Pequeñas producciones

La pasión por el vino parece, irremediablemente, un dulce boleto de ida. Si bien existen numerosos ejemplos dentro de las más variopintas ocupaciones que un buen día decidieron dejarlas para emprender la aventura de ponerse a producir esta bebida, nunca he oído hablar de un viñatero que, cansado de las vicisitudes del oficio, haya decidido abandonar y ponerse a estudiar Derecho. El Dr. Madaiah Revana, orgulloso dueño de Corazón del Sol, pertenece sin lugar a dudas a aquel primer colectivo.

Sin embargo su caso no ha llegado al extremo de cambiar de profesión sino de complementar su vida produciendo una serie de vinos más que atendibles en las dos Américas. Este prestigioso cardiólogo de origen hindú ejerce una exitosa práctica en Texas. Inspirado en el gusto europeo decidió comenzar su aventura con las vides comprando unas pocas hectáreas en el Valle de Napa para fundar su primer emprendimiento, Revana Family Vineyard. Luego vendría Alexana Estate and Winery (en honor a su hija) en el Valle de Willamette en Oregon hasta finalmente desembarcar con 17 hectáreas en The Vines of Mendoza en pleno Valle de Uco. Si hay algo que tienen en común estos tres enclaves es una clara apuesta a la calidad antes que a la cantidad. Son cuarteles muy acotados con una producción más acotada aún. Y en el caso de Mendoza, han sabido hacerse de talento local al tomar como su winemaker nada más ni nada menos que a Santiago Achával.

Para dar a conocer sus vinos entre los consumidores locales la gente de Aldo’s decidió aprovechar la visita del Dr. junto a su wine-educator Jeff Lewis e invitar a la prensa a un almuerzo especialmente diseñado para la ocasión. Durante la presentación Lewis llevó la voz cantante «Estamos totalmente abocados a hacer una apuesta por la excelencia. Ustedes habrán notado que en muchos emprendimientos se está pensando todo el tiempo en la expansión, en la búsqueda de ampliar las zonas productivas. Pero en el caso de Corazón del Sol (que a su vez replica el modelo de nuestros viñedos en Napa y Oregon) preferimos constreñirnos a una zona pequeña pero de calidad superlativa. Y por eso nuestras producciones siempre son muy acotadas. De hecho por regla general se limitan a unos pocos cientos de cajas.«

«Se trata de vinos muy particulares y que, merced a la decisión de absorber el último par de cimbronazos en la suba de precios en nuestro mercado,  ahora han quedado dentro de una franja muy competitiva si tenemos en cuenta la exclusividad con que produce la bodega– comenta Aldo Graziani, anfitrión y uno de los principales difusores de Corazón del Sol en el país.- Los excelentes puntajes que estos vinos han recibido les han abierto las puertas en USA. Hay que tener en cuenta que los dos emprendimientos en Napa y Oregon están muy bien conceptuados (y puntuados) y eso en aquel mercado es de una importancia capital. Por eso su entry level, el Malbec Corazón del Sol Valle de Uco 2015, está presente en algunos de los mas afamados restaurants de allá a 20 dólares la copa y aquí la botella, al cambio, no alcanza ese valor.«

Entre las características que hablan a las claras de la inspiración europea de estos vinos están su fresca complejidad y un futuro de guarda más que auspicioso. De hecho Lewis recomienda decantarlos y, si bien por motivos de tiempo los vinos que probamos no se decantaron, la posibilidad de volver sobre las muestras, yendo y viniendo en el sentido de la cata y conforme avanzaba la degustación, dejaron en evidencia la forma en que iban abriéndose en la copa. También en el caso del Luminoso, el Corte GSM lo evidencia sobremanera. Por un lado se trata del único assemblage de estas características en nuestro mercado. Y aunque la garnacha ha vuelto a por sus fueros y está muy bien conceptuada, la inclusión del Mourvedre remite sin escalas a la usanza de los tintos de la Cote du Rhone. Solo hubo 495 cajas de este magnifico tinto.

 

 

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