Con una bodega largamente centenaria y una familia que sigue apostando por la viña vemos cómo los Arizu continúan sumando experiencias. Precisamente Apuntes, la línea en la que las anotaciones del patriarca siguen dialogando con sus descendientes, tiene una entrada doble en un ámbito donde Luigi Bosca posee un conocimiento profundo. Se trata de dos Cabernet Sauvignon, uno del reconocido Paraje Altamira y el otro del Valle de Canota, un terroir a descubrir. De esto hablamos en exclusiva con su responsable, el enólogo Pablo Cúneo.
«Con una historia tan vasta como la de nuestra bodega– arranca Cúneo– ciertamente tuvimos mucha experiencia produciendo Cabernet Sauvignon. Hay que recordar que era una de las cepas más reconocidas en la viticultura nacional antes de la relativamente cercana entronización del Malbec. Con la línea Apuntes no sólo rendimos tributo a las ideas que nos dejó Alberto Arizu sino que también reflexionamos sobre una historia genética centenaria además de estar ojo avizor con la evolución de nuevas zonas emergentes. «
«En el caso del Apuntes Cabernet Sauvignon 2020 Valle de Canota hablamos de unos 5 años desde que comenzamos a elaborar uvas de esta zona. Nos motivó la curiosidad de conocer un lugar poco explorado, y de gran potencial del departamento de Las Heras, que recientemente obtuvo su IG. En este sentido, su primera diferencia es su ubicación, es el valle más alto cultivado en el norte de la provincia de Mendoza entre las sierras de Las Higueritas y las de Villavicencio, entre los 950 y los 1.200 metros de altura. Su clima es templado y de noches frías. Posee muy buenas condiciones sanitarias para el cultivo de la vid debido a sus bajas precipitaciones y su alta cantidad de luz. Además, en Valle de Canota, los vinos se caracterizan por presentar suaves notas especiadas que recuerdan a los vinos de los valles del Noroeste de la Argentina. Este carácter matizado con los perfiles frutales típicos de cada una de las variedades allí cultivadas aporta una complejidad muy particular en los vinos.«
En la cata se evidencia esa parentalidad asociativa con los tintos en altura con gran intensidad de color, taninos bien redondeados y cierta carnosidad en el largo de boca. Incluso parece sentirse una acotadísima aguja.
«Para el Apuntes Cabernet Sauvignon Paraje Altamira 2022 nos llamó la atención el Cabernet de Altamira, que ofrece una nota floral y balsámica que es característica junto con la fruta negra. El descriptor que sacamos en el equipo es grosella, con cereza y una pizca herbal, con nota anisada. Súper fragante, con una boca de taninos finos, de acidez bien jugosa y de rico fondo dulzón.»
Aquí se hace presente un perfil algo más «filoso» bien característico del paraje que, junto a una menor evolución lo hace ganar en frescura.
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