Tinto patrio

Sarmiento no sólo fue el Padre del Aula sino que también fue un verdadero prócer de nuestra viticultura. De hecho hoy festejamos el Día del Malbec porque fue bajo su égida que se creó la Quinta Agronómica, el puntapié inicial de la industria del vino en nuestro país. No es que no haya existido vino antes de 1853 pero, como con otras tantas cosas, Sarmiento propugnó su sistematización y por ello contrató a un agrónomo francés para que buscara cepas que se adaptaran a nuestros suelos. Así llegó por primer vez el Malbec a la Argentina.

 

Aunque no sea un varietal originario lo que sí fue original fue el modo en que esta vid se manifestó en Mendoza en un principio y luego en diversos centros de producción del país. Hoy los enólogos le reconocen una gran plasticidad a la hora de representar el terroir en donde se lo planta y fue precisamente esa cualidad la que lo convirtió en una expresión muy diferente de lo que se conocía como Malbec en Francia. Ante la altura y el clima seco la cepa siguió dando un color muy intenso pero agregando una carga de fruta inédita. Finalmente el Malbec terminó convirtiéndose en caballito de batalla y punto de entrada a los vinos nacionales y en la actualidad es, como cabría esperar, el varietal más plantado de Argentina.

 

Del mismo modo que pudo adaptarse a un país muy diferente del que lo vió nacer, aquí también han surgido diferencias muy claras entre las zonas de origen, con un centro en la región cuyana y sendas expresiones hacia el norte y hacia el sur. La insolación hacia arriba y los vientos hacia abajo han brindado características muy marcadas en estas versiones, con mayor concentración en las del NOA y elegantes notas frutales en Patagonia. Y, para sumarnos a los festejos, vamos a proponer tres ejemplos de Malbec de las tres zonas más importantes donde se lo produce.

 

Exploración Paraje Altamira Malbec 2017: esta es la segunda incursion de Viña Las Perdices en el Valle de Uco, fuera de su Luján de Cuyo original. Mientras que la bodega supo hacerse de una reputación por sus incursiones con cepas poco convencionales aquí vuelve a ir más allá, literalmente, incorporando a productores selectos merced la increíble calidad de sus viñedos. El resultado es un Malbec que apuesta mas a la mineralidad que a la fruta neta y del que se espera un buen potencial de guarda.

 

Quara Single Vineyard Malbec 2016: La altura de el NOA en general y de la Finca Cabra Corral (1750 msnm) en particular son la garantía de una marcada amplitud térmica, indispensable a la hora de producir vinos de gran calidad. Con una fuerte insolación y noches donde la temperatura desciende en forma dramática, las bayas desarrollan pieles gruesas y cargadas de taninos. Eso da por resultado un color aún más intenso y redunda en vinos de estructura generosa.Este es un tinto potente con buena carga alcohólica pero que no incomoda merced a su excelente integración.

 

Saurus Malbec Barrel Fermented 2017: La cuenca de San Patricio del Chañar en Neuquén es un polo de desarrollo reciente. Sin embargo allí han florecido varios y muy atendibles emprendimientos como el de la Familia Schroeder. En este caso se trata de un Malbec fermentado directamente en barricas de roble francés y americano con tostados especiales. La idea es que la evolución del vino se vaya dando en una relación estrecha con su continente, lo que resulta en un vino con gran intensidad de color, marcada presencia aromática y unos taninos dulces y sumamente amables.