Pinoteando

Haciendo caso omiso del flaco favor que entendemos le hicieron a la cepa las enormes cucharadas de esnobismo del protagonista de «Entre copas» hay que reconocer que el Pinot Noir goza de su buena prédica entre la afición local. Esta reina del ciclo corto ha sido versionada por todo nuestro país, pero muy especialmente al sur del Río Colorado, donde supieron descollar los clásicos de Canale o los recién estrenados Otronia, que no se le achican al paralelo 45.

 

También en esta misma cintura patagónica  brilla otro polo vitícola que ha sabido medrar con fortuna con este varietal: San Patricio del Chañar. Y, aunque varias bodegas neuquinas se han dedicado al Pinot Noir, sin duda Flia. Schroeder goza de un lugar destacado entre ellas.

 

Hoy que, aunque no consta exactamente porqué en ninguna parte, se celebra su día vamos a charlar con sus responsables y a hacer una semblanza de algunas de las versiones que la bodega le ha dedicado.

 

Mientras que varios de sus colegas  han hecho su aporte a la cepa, Flia Schroeder manifiesta una devoción que se hace patente con incursiones en muchas de sus líneas, más ejemplares de espumantes y hasta un tardío. Durante este mes se puede disfrutar (para los afortunados que estén en zona) de un menú de pasos especial en su restó en bodega, descuentos de hasta el 40% en sus etiquetas dedicadas al varietal e incluso de una Experiencia con cata de cinco vinos el próximo sábado 28.

 

Con su Head Winemaker, Leo Puppato, en medio de unas merecidas vacaciones pudimos charlar sobre Pinot con su segundo de a bordo, Mariano Diletti. «La situación del Pinot Noir en Argentina,  está siendo más promisoria cada día. Hay un interés creciente por parte de enólogos y bodegas, el desafío los motiva: hallar el lugar, desarrollar el viñedo, encontrar su punto justo de madurez, fijar un estilo de producto y que haga ruido en el mercado. Se buscan terroirs extremos o inexplorados anteriormente: más altura, más al sur, zonas marítimas. Y todo esto gracias a un consumidor inquieto, amante de la innovación. Encuentran en esta cepa la versatilidad que la caracteriza. Aquí, es fundamental el trabajo en la comunicación, periodistas y sommeliers, las redes sociales. Le otorgo también un porcentaje de ‘’culpa’’ al ocio de pandemia, que invitó a explorar cosas distintas, no solo qué nuevo vino descorchar. En Flia. Schroeder continuamos por el camino del desarrollo de este varietal, creyendo en todas sus bondades. Somos la bodega con más estilos de producción: desde blancos y rosados bases de espumosos hasta un cosecha tardía tinto, pasando por todo el portfolio. Ya van varios años de hacer foco en esta cepa, los cuales otorgan una experiencia que quizás otros no tienen y que deben adquirir, la prueba y el error. Hablamos de mantener un estilo, porque cada año es diferente y hay que ir ajustando sobre la marcha.» Como para ratificar el lugar que Flia Schroeder le otorga a la cepa quepa destacar que incluso han desarrollado una «bodega dentro de la bodega» dedicada al Pinot con tanques especiales abiertos para realizar pisoneos neumáticos y encubados por gravedad.

 

Y para enmarcar este día, qué mejor que probar algunos de sus hijos dilectos. La bodega presenta una caja especial, con el diseño de Alicia Lopaczek y tres etiquetas dedicadas al varietal, claramente en un crescendo de sofisticación.

 

Arrancamos con el Saurus Estate Pinot Noir 2020. Un expresión joven y briosa. Su color es cereza brillante, fruto que también se hará presente en boca. Hay frutillas y guindas, preservadas por una buscada ausencia total de madera. La notita «verde» que suele caracterizar a la cepa es bien pequeña.

 

Le sigue el Saurus Select Pinot Noir 2019. De color rubí aquí se hace patente un ligero incremento en el uso de la barrica (un 40% paso por roble francés y americano de tostado medio y medio plus) aunque igual se separa el resto en tanques de acero para preservar la fruta. La nota de tipicidad del piso boscoso es todavía más sutil y en cambio se nota una mayor redondez de taninos, suavidad del alcohol y toques de confitura.

 

Para cerrar llega el reconocido Saurus Barrel Fermented Pinot Noir 2019, una etiqueta favorita personal desde que se inició la línea allá por 2007. Aquí vemos un gran salto. Se suma 100 x 100 de barrica con un tostado exclusivamente desarrollado por el tonelero a pedido de la bodega, puesto que la idea es darle protagonismo de modo elegante y sin que tape la fruta, elegida entre los mejores cuarteles de sus fincas. Hay incluso algunas notas frescas herbáceas y buen alcohol junto a un gran balance de estructura.