La locura como método

Disruptivo parece ser el término de la hora al momento de encarar la prédica de Finca Las Moras. Pioneros en la producción de vinos sanjuaninos de calidad en general y de algunos de su valles más destacados en particular, la bodega ha demostrado ser tan exitosa como inquieta.

 

No hace tanto que Finca Las Moras había comenzado su misión de traer al ruedo nombres como Ullum, Zonda o, muy especialmente, Pedernal, con sus morfologías particularísimas. Aquellos primeros ensayos habían hecho foco en el Syrah. Pero su última incursión con una línea de tope de gama pero precio amistoso habla a las claras de que su  vocación innovadora sigue intacta. Demencial presenta lo más granado del primer escalón de la bodega y para ello se dieron cita el Director de Viticultura Marcelo Belmonte, la Gerente de Marketing Andrea González y la Ambassador Carolina Garicoche en una reunión virtual con más de 40 periodistas especializados.

 

«Finca Las Moras viene produciendo diversas líneas, muchas de ellas primeras en ventas del mercado interno– arranca Gonzáleznos apoyamos en una enología moderna y hacia allí apuntamos con nuestra propuesta de etiquetas. Demencial viene a ser el extremo superior del primer segmento de nuestro portfolio (al que llamamos Irreverente) y nos estamos desmarcando al ofrecer un tope de gama a un precio muy asequible

 

«Este espíritu de sorprender desde la calidad– toma la posta Marcelo Belmonteya se puso de manifiesto desde los mismos inicios de la línea, presentada el año pasado. Arrancamos con dos vinos que nadie hubiera esperado del Valle de Pedernal, con su corta aunque bien probada prosapia de tintos, pero los dos primeros Demencial fueron un super atípico Pinot Noir y un Corte de Blancas. Si el Pinot no tiene tanta historia en la zona muchísimo menos las cepas blancas como el Viognier, el Sauvignon Blanc o el Chardonnay que usamos como corolario del Blend. Un año después llega el momento de sumar un tercer integrante, ahora sí un Malbec, aunque de características especialísimas

 

«De hecho los dos primeros vinos de la serie provienen de nuestra Finca La Yesca, en el Valle de Pedernal. No nos cansamos de ponderar las bondades de este terroir tan diferente. Este valle encajonado nos brinda un sinnúmero de posibilidades que hemos ido probando en los distintos linajes de la bodega. Sin embargo ahora este Malbec es exclusivamente fruto del vecino Valle de Calingasta. Si bien son colindantes, Calingasta es mucho más abierto y se encuentra flanqueado por los ríos Castaño y Los Patos y propone un suelo franco limoso con arcilla y texturas finas. Aunque está en una mayor cota (1500 metros contra los 1400 promedio de Pedernal) la falta de abrigo del cajón montañoso lo vuelve más cálido que su vecino, lo que lleva a que allí se coseche generalmente entre 15 y 20 días antes. Entendemos que el stress ambiental es fundamental a la hora de producir calidad

 

En cuanto a los vinos fue buena ocasión para revisitar a los dos primeros de la lista. Aunque no posea la misma calidez que Calingasta ambos vinos están expuestos a una heliofanía poderosa con lo cual, especialmente en caso las blancas, el viñedo pide un extremo cuidado con el riego y deja desmelenarse a una canopia que proteja las bayas. La idea es no sobreexponer ni permitir mayores oxidaciones con la intensión manifiesta de preservar la fruta. En el caso del Demencial Blanc de Blancs podría decirse que prima una nota de marcada acidez con toques más herbales y cerrados. La fruta es bien austera.

 

Siguiendo con dicha impronta, lo primero que llama la atención en el Demencial Pinot Noir es esa misma acidez de entrada (sabíamos que en un principio se presentaba cofermentado con Viognier pero las versiones actuales y la que probamos es 100 x 100 Pinot) junto a la presencia de piso forestal típica de la cepa. Teniendo en cuenta el origen sin duda sorprenden por la ausencia de frutas cocidas o de alguna concentración que podría esperarse.

 

Y así llegamos al Demencial Malbec. Comparte el mismo arte de etiqueta iconoclasta de sus hermanos e igual capacidad de sorprender. Es un Malbec de cuerpo medio de un violeta vibrante. Aquí también descuella una frescura ácida, cuya búsqueda se hace patente por la utilización de huevos de cemento a la hora de conservarlo. Hay flor pero por sobre todo frutas ácidas como ciruela amarilla y arándano.