Lo nuevo y lo (muy) bueno

Se tenía que decir y se dijo: la botella italiana separa a los hombres de los niños. Cabe la aclaración: soy totalmente consciente de las impracticidades de su voluminosa (y pesada) estampa, pero no deja de sumar una corporeidad, un placer adicional, al acto de escanciar un vino que promete. Estas disquisiciones  vienen a cuento del estreno del nuevo ícono de Huentala Wines, un Malbec con lo mejor de su finca La Isabel Estate.

 

En las postrimerías del Mes de la cepa, nos llega esta señorial botella con una cuidadosa selección de uvas de sus Blocks 19 y 20. Desde estas páginas hemos hablado de este proyecto de la familia Camsen, con todo y su ensombrerado patriarca Julio al frente (este detalle en su atuendo incluso sirvió para bautizar a uno de los extremos superiores de su portfolio). Con una amplia expertise en el campo de la hotelería mendocina, eso no fue óbice para que se dedicaran, con igual entrega, a la producción de su propios vinos.

 

En un principio se contó con la asesoría de lujo de Pepe Galante quien ahora ha cedido el timón a un hombre de la escudería, si se quiere, y devenido amigo personal, el enólogo Pepe Morales. Ambos habían compartido equipo en Salentein donde a Morales le tocó nada menos que el desarrollo de la marca Pyros. Este paso de antorcha se hace patente en la comunidad de visiones entre ambos winemakers y se siente en este gran Malbec de Gualtallary. «Este vino es la primera edición de lo mejor que puede dar la bodega– sostiene Morales.- y es el fruto de la investigación que venimos desarrollando en los últimos años sobre los blocks del viñedo de los que pensamos que se podía obtener la mayor calidad. De los resultados de esta búsqueda surge que lo más encomiable en dicho rubro se da en los bloques 19 y 20. Para determinar esto hemos recurrido a microvinificaciones, buscando diferencias (y calidades) del Malbec que se produce en las 85 hectáreas del viñedo. Hasta ahora esto es lo más destacado que hemos encontrado pero ya estamos abocándonos al bloque 18, en paralelo al sur de los anteriores, y sin duda se irá sumando a las próximas ediciones de este vino. Más allá de lo inmediato también estamos considerando los bloques 5 y 6. Esto quiere decir que tratamos de reflejar un terroir yendo cada vez a espacios más acotados y expresiones más específicas

 

En cuanto al Huentala Block 19 & 20 Malbec 2017 podemos decir que es un ejemplo descollante de cómo se da la cepa en Gualtallary. «Tenemos un enorme compromiso con el terroir y nuestros vinos en general y éste en forma particularísima, buscan ser un reflejo lo más fiel posible de su idiosincracia- continua Morales– eso hace que intentemos limitar al mínimo posible cualquier intervención enológica.» Algo muy atendible, especialmente cuando se cae en la cuenta de la tipicidad concentrada y vibrante del Malbec en la zona. «Sí, tenemos muy buenos niveles de concentración ya desde el arranque, por lo que debemos casi sofrenar ese impulso, siendo muy cuidadosos con la extracción, porque no queremos que ese solo rasgo acabe tapando las características del lugar

 

El resultado es un vino con una combinación de exuberancia natural, concentrado, con una musculatura contundente y reposada, como de animal grande pero manso. El color es un rojo de sangre, muy atractivo y ya las lágrimas hablan a las claras de que este es un vino con un buen alcohol presente. Ese mismo alcohol promete una evolución harto interesante y le presta toques licorosos a las notas de frutas negras, junto a llamadas herbales y toques de chocolate amargo. Se trata de un vino con buena concentración, un poco con la elegancia de otra época, pero que no reniega de «aggiornamientos» en la acidez y las notas de calcáreo. Un ejemplar atendible con un más que seductivo potencial de guarda.