Más que bienvenido en una temporada veraniega que llegó con todo, la gente de Alambic/Piedra Negra presentó su nuevo Vermouth Léonce Rosé Criolla. La encantadora dupla de Sabine y François Lurton convocaron en Verne Club, templo de la coctelería más que idóneo para hacer gala de las posibilidades de su nueva etiqueta.
«Alambic es la división de nuestro grupo que se encarga de los productos espirituosos – arranca Lurton– y este nuevo Léonce viene a sumarse a los tres vermouths previos que conformaban la linea: Un Extra Dry basado en Sauvignon Blanc, un Rouge y un Rouge de Malbec. Nuestro grupo hace mucho hincapié en la búsqueda de la representación del terruño y fue por eso que elegimos a una variedad como la Criolla, la primera que trajeron al país los jesuitas y que está viviendo una gran reivindicación recientemente. En este caso provienen de una parcela ecológica certificada de Tupungato en el Valle de Uco. «
Sin duda que este producto es novedoso tanto por su protagonista mayoritaria (aunque por supuesto acusa aportes de 21 botánicos, algunos tan reconocibles como la naranja amarga o el jengibre y otros cuyos nombres se mantienen celosamente anónimos) como por un perfil más sutil que los de los vermouths típicos que se consumen aquí. No obstante este Léonce sí se suma a la larga tradición de los viñateros galos siempre prestos a utilizar en formas novedosas el recurso que tienen en abundancia. En Francia es muy común que las bodegas tengan sus aperitivos de maison generalmente apostando por perfiles más sofisticados.
Y bien podríamos decir que este también es el caso. De un rojo vibrante que hace pensar en el pantone Aperol, pero no, este recienvenido es mucho más delicado de sabor y persistencia. Esto es algo que lo vuelve ideal como cordial refrescante justo para tomarlo solo, con hielo, una rodaja de naranja o 50/50 con una buena tónica. Por supuesto brilla a la hora de combinarlo en cocteles como quedó demostrado en la presentación.
Para hacer gala de sus posibilidades se arrancó con una recepción con el trago homónimo con partes del vermouth, Fumées Blanches 2020, tónica, jengibre y perfume de enebro. Claramente super fresco al tener un indisoluble corazón de vinos. A continuación la cosa continuó elegante pero más contundente sumándolo a un Martini bien seco bautizado en honor a Sabine con Sorgin (spirit también de la casa) y una bellísima uva fungiendo de oliva. Finalmente llegó el turno de un Sour muy bien logrado con Sorgin, Léonce Criolla, miel de uva, limón y una ligera capa flotante de oporto.
