Rosas y pepinos

Con una coctelería que se sofistica cada vez más es un gusto (literal) ver como grandes marcas de gin comienzan a llegar a la Argentina. Tal es el caso de Hendrick’s que presentó «House of Wonders«un propuesta sumamente teatral para dar marco a un producto que se desmarca de sus colegas.

 

De hecho esta es la segunda vez que Hendrick’s hace su aparición en nuestras barras aunque en la primera una distribución errática hizo que aquello fuera casi casi debut y despedida. Parece que en esta segunda venida no habrá de ser el caso y los distribuidores locales demostraron ya desde el vamos la seriedad de sus intenciones con una noche increíble en el preestreno de Lignné, un bar a puertas cerradas en la para nada conspicua calle Lavalle.

 

Pleno del espíritu de este inusual producto (un London Dry por constitución que se hace fuera de Londres) el espacio de la Era Gatsby se tiñó de referencias victorianas, tan caras a la estética de la destilería.

 

Ciertamente si hablamos de vocación rupturista tenemos que adentrarnos en la historia de este gin que nace en el seno de una familia escocesa, los Grant, reconocidísima en el mundo del whisky por sus celebres etiquetas: Glennfidich, The Balbenie, Monkey Shoulder y, por supuesto la que lleva el propio nombre de la familia. William Grant tuvo una vida novelesca, pasando de trabajar como pastor para el Duque de Fife a los siete años hasta llegar a comprarle su castillo, The Balbenie, 40 años después. Pero antes hubo de formar una destilería apenas con la ayuda de un maestro mayor de obras, su esposa y sus siete hijos y los restos de viejos alambiques de Cardhu. Sin embargo la historia de Hendrick’s es más cercana en el tiempo e incluye a Charles Gordon, bisnieto del fundador y a la reconocida especialista en infusionados Lesley Gracie, quienes merced a la aparición de unos pequeños alambiques consiguieron finalmente la combinación que estaban buscando para su gin. Leyendas apartes, es el uso de dos botánicos tan totalmente británicos como pueden serlo las rosas y los pepinos lo que le da a su gin una impronta tan particular.

 

Para la presentación el Premium Portfolio Specialist local, Ezequiel Rodriguez, diseñó una media docena de tragos entre los que se destacaba un gin tonic totalmente clásico y un gimlet of sorts que no hubieran desentonado para nada en la barra de «El largo adiós»de Raymond Chandler.