Teniente–Comandante de la Reserva Naval de su Graciosa Majestad, así reza la foja de servicios de uno de los espías mas icónicos de la cultura occidental. Con detalles tan nerdies como que mintió con la edad para poder entrar a la Marina con apenas 15 años, el 007 se identificó siempre como un hombre de mar. Por eso no sorprendió a nadie cuando desde su primera aparición en El Satánico Dr No cada una de sus encarnaciones (desde el mítico Sean Connery al rubio Daniel Craig) vistieran relojes de buceo.
Siempre me resultó muy curioso que, para un hombre con tal sentido de la moda que casi postula para fashion victim, a James Bond no se le diera por cambiar de reloj. Y por eso es muy común verlo cintas completas con el mismo modelo. En la época Connery fue un Rolex Submariner. Pero sin embargo la relación más longeva del agente con licencia para matar fue con otra destacada casa de relojes marinos: Omega. Fue a partir de 1995, con el cambio de guardia de Pierce Brosnan, que la Jefa de Vestuario decidió optar por lo que ella consideró «un toque más europeo» y por tanto le dió a su protagonista el primer reloj de una no tan larga serie: el Seamaster 300M. Ya desde el arranque la corona especial para escape de helio (una novedad exclusiva de Omega por aquel entonces) sirvió como refugio de incontables gadgets, justamente porque pocos que no fueran cultores del buceo de profundidad podían imaginar para que servía.
Es curioso que, precisamente para su aparición número 25, el típico Seamaster vuelva a por sus fueros. Para la nueva película, y la última de la serie Craig, la manufactura ha reversionado al célebre modelo con una impronta más deportiva merced a una malla de caucho azul. Este 300M también presenta diferencias de look en dos de sus features más destacados. Hablamos de la válvula de escape y del pattern del fondo de la carátula. La válvula ahora luce un perfil de cono truncado mientras que el motivo de las olas ha sido estilizado y agrandado. También se utilizó un grabado láser.
Si éstas son las novedades de su robusta estampa por supuesto que por dentro también cuenta con todo lo último de la tecnología de la manufactura. Una caja de 42 mm donde late un calibre Master Chronometer 8800 con certificación METAS capaz de soportar campos magnéticos por encima de los 15000 gauss.