Y no es la canción de Neil Diamond sino la celebración solar de una línea destacada de Corazón del Sol, la reconocida bodega de Los Chacayes. La serie Luminoso consta de dos Blends que miran con ambos ojos a las Colinas del Ródano pero abrevando en la idiosincracia del Valle de Uco. Probamos estos vinos y charlamos en extenso con su responsable, el enólogo Cristian Moor.
«El Luminoso Blanco es una idea que surge al tener en cuenta que Corazón del Sol fue la primera bodega en Argentina en presentar un GSM (el Luminoso Tinto) – arranca Moor– tomando esa bandera de los vinos del Ródano, de variedades cultivadas en el Mediterráneo tanto en el norte como en el sur del Valle quise hacer la pareja para seguir ofreciendo este tipo de vinos. Contra un GSM la conjunción lógica era la de Roussanne, Marsanne y Viognier con una incorporación atípica de Grenache Blanc (aunque también se cultiva en el Ródano y en este caso aporta complejidad al corte). Entonces tenemos el Viogner, que proviene mitad y mitad entre Altamira y los Chacayes, el Roussanne y el Marsanne son también de esta última IG y la Garnacha Blanca de un productor muy celoso de sus uvas (casi no le vende a nadie) en Vista Flores. Siempre el Valle de Uco con toda su complejidad por las variedades y así mismo por las zonas. Se cofermenta y pasa un año en barricas neutras. No buscamos que la madera le aporte nada al vino, simplemente que podamos tener una pequeña microoxigenación y por supuesto mover las borras para darle un poco de untuosidad en boca.» Este Luminoso RMVG 2019 es, sin duda, un ejemplar que se desmarca. Posee una porción mandataria de Viognier (50%) más un 20% de Garnacha Blanca cerrando con partes iguales de Roussane y Marsanne. El año de barrica no le suma las notas con las que uno esperaría encontrarse en un Blend de blancas que pasó por madera. Más bien es un vino con buena tensión y una acidez fresca. Hay notas de cítricos y flores como el jazmín. De color verde alimonado tiene una ligera opacidad que le da reflejos metálicos. Equilibrado, es sin duda un vino que no resigna su complejidad por ser peligrosamente bebible.
«En el caso del GSM– continúa el enólogo- también es un corte que se cofermenta, es decir que se deciden los porcentajes que se van a usar tanto de la Grenache como del Syrah y la Mouvedre probando las uvas, no el vino. Y aquí lo que siempre digo es que hemos aprendido que en estas tres variedades cada una de ellas tiene una función muy específica dentro del corte. Tanto el Grenache como la Mouvedre son cepas que no se destacan por su concentración ni por su riqueza de taninos, que no suelen dar vinos muy estructurados pero sí son muy aromáticas. Si bien con una paleta muy opuesta entre sí. La Grenache apunta a todo lo que es fruta roja, frutillas, guinda mientras que la Mouvedre se va hacia lo especiado (orégano, pimienta negra, tomillo) Y luego la función del Syrah sería la de servir de esqueleto del corte. Dependiendo de cómo estén tánicamente las tras dos variedades será la cantidad de Syrah que vas a poner para que siempre mantenga una misma estructura. Que sea de cuerpo medio, más ágil, que no sature un paladar moderno pero que tampoco desilusione a aquellos que les gustan los vino pesados y de mayor concentración. La idea es hallar un perfil que disfrute todo el mundo. Luego de la cofermentación se lo pasa también un año por barricas francesas (nosotros no usamos barrica americana) de segundo, tercer y hasta cuarto uso para después añejarse en botella no menos de tres años antes de salir al mercado. Aquí apenas estamos arrancando con la 2018, o sea cuatro años en total.» Este Luminoso GSM 2018 proviene en su totalidad del Block 13 del Revana Vineyard y esto queda muy claro en un perfil bien de la IG. Estamos ante un vino que equilibra más la especia que la fruta roja, con mucha flor seca, rosas y violetas. Hay una primera nota de chocolate amargo y cuero. Es otro ejemplo de la paleta de la Côte du Rhône pero con la filosa mineralidad de Los Chacayes. Veramente, un león de dos mundos.