Ya sea de forma colateral o a “conciencia pura” como decía el tango, la gente tiende a identificarse con lo que ve en la pantalla del cine. Un buen ejemplo de este fenómeno fue cuando, en plena Segunda Guerra Mundial el gobierno tuvo que emitir un documento rogándole a las mujeres que trabajaban en el esfuerzo de guerra norteamericano que por favor dejaran de cortarse el pelo como Verónica Lake. La eterna pareja de Alan Ladd gastaba un blondo flequillo que le cubría media cara y que fue motivo de un ingente crecimiento en el número de accidentes con maquinarias de línea. Claro que cuando un ídolo de la pantalla usa determinado accesorio las ventas del mismo suelen dispararse en forma proporcional al éxito de la cinta en cuestión. Y por ello asistimos a cuidadosos enroques entre las marcas y los tanques de la taquilla.
Un ejemplo claro es la franquicia Bond. Aunque la nueva encarnación ha sabido ser más elegante, aun resuenan los arreglos de Bárbara Brocoli, heredera y productora de los derechos del agente secreto, con gigantes como Sony Eriksson o BMW para decidir qué celular o qué coche iba a manejar el 007. Y el rubro que nos ocupa no iba a ser menos. Luego de haber gastado durante décadas un Rolex Submariner a los responsables de la serie se les ocurrió que iba siendo hora de darle a la muñeca de Bond un toque más europeo. Así nació una alianza con Omega que arranca en 1995 con Pierce Brosnan y llega hasta nuestros días con la incorporación del primer Bond rubio. Una de las innovaciones de aquel primer Omega fue su válvula de escape de helio. En las películas, aquella corona extra cuya utilidad era un misterio para el común de los mortales, sirvió para esconder un sinnúmero de gadgets. Fue en Goldeneye donde vemos por primer vez al Seamaster 300M que habría de acompañar al único agente con permiso para matar incluso hasta que llegara el recambio con Daniel Craig. En Casino Royale se lo ve arrancando con el susodicho modelo para luego lucir otro reloj submarino: el Planet Ocean. Ha habido sendas ediciones especiales dedicadas a cada titulo incluyendo su último opus. En Skyfall aparece el primer modelo creado expresamente para la franquicia. Se trata de un Planet Ocean 600M de escape co-axial.
Otras marcas tuvieron que arreglárselas con la rabiosa devoción que despiertan en ciertas estrellas, como es el caso de Sylvester Stallone. Ciertamente no me queda muy claro qué ventajas tiene el quedar adosado a un señor que es el mejor chiste sobre sí mismo que se pudiera escribir. Pero su locura con Panerai ha hecho que entre los esteroides y el botox la marca vea como el ex Rocky no se quita su reloj ni dentro ni fuera de la pantalla. Podemos ver como luce un Luminor en Daylight o un Regatta en Los indestructibles. Otro devoto de Panerai que por ahora lo lleva un poco mejor es su colega Jason Staham. Tanto le gusta la manufactura que se lo ve usando varios modelos en la saga de El transportador aunque la producción jamás tuvo un arreglo con ella.
Siendo un reloj militar y por tanto poseedor de una caja contundente que promedia los 44 mm no es de extrañar que atraiga a los grandotes de Hollywood. Arnold Schwarzenegger uso Panerai en Eraser para luego pasarse a otra marca no menos contundente. En The sixth day el ex gobernador de California se pasa definitivamente a Audemars Piguet.
Si te gusta la acción y tienes un buen billete cabría pensar que el cielo es el limite. Y así lo entiende el millonario creativo Tony Stark. Ya en la primer Ironman se lo ve gastando un Bulgari Diagono para después pasarse a Jaeger Le-Coultre. Un AMVOX5 en la segunda entrega y un Deep Sea Vintage como el que luce en las premiers de la tercera parte. Donde menos se espera salta el estilo. Cerca del Hombre de Hierro podemos ver al coordinador del dream team de la Marvel, que no es otro que el ícono de la moda masculina Samuel L. Jackson. En The Avengers se lo ve luciendo un ultra elegante Piaget Polo FortyFive de oro blanco.
También existen franquicias basadas en héroes apenas más cerca del humano común. Allí esta el Tag Heuer Link de Jason Bourne o los Hamilton en la dupla padre-hijo de la quinta entrega de Duro de Matar. Hablando de Hamilton, en el rubro sci-fi han brillado su Below Zero en Predators o, aprovechando ese estilo futurista que supo campear en la muñeca del mismísimo Elvis, el Ventura Medium que acompaña a los Men in Black, especialmente en su tercera entrega.
Quien no tiene nada, pero nada de popular, es el excéntrico millonario bi-polar Bruce Wayne. A él se lo ve usando distintas versiones de otro clásico de Jaeger, el Reverso Scuadra. A tal punto ha llegado ese identificación que la manufactura le ha dedicado un modelo con el símbolo del murciélago tal cual se lo ve en la ultima parte de la trilogía de Christopher Nolan.