Hace ya cinco años que un simpático burrito iniciaba la saga de Santa Julia y los vinos naturales. Desde allí se han ido sumando ovejas, zorros y hasta una mantis. Y ahora podemos hablar del último integrante de este bestiario: El cabrito, que según nos cuentan los protagonistas recibió su nombre de la mascota que le regalaron para su cumpleaños a Isabel Zuccardi, la pequeña hija de Sebastián. Como siempre con los trazos como de niño con los que Emiliano Perrino adorna sus etiquetas.
Para comentar este Cabernet Sauvignon de reciente ingreso recurrimos a Rubén Ruffo, su responsable enológico.
«El Cabrito es un vino que hacemos con uvas de nuestra finca de Maipú con el mismo concepto de baja intervención de nuestros vinos naturales (sin sulfitos agregados). Cosechamos y hacemos una vinificación clásica en tintos. El Cabernet en esta zona da vinos muy jugosos con muy bajo perfil vegetal, no hay aromas verdes porque las versiones del varietal que se dan en Mendoza, pero muy particularmente en esta zona maduran muy bien por lo tanto no hay pirazina y ofrecen versiones con mucha fruta y buena concentración con una nota balsámica distintiva y una impronta de taninos personalísima y buena estructura en la mitad de boca. Realmente hemos visto en el vino una evolución cierta y un potencial de vida en góndola muy bueno (hay que recordar que lo que define un vino natural, su falta de sulfitos agregados, lo convierte en un vino que debe beberse joven).
En cuanto al motivo para incorporar esta nueva etiqueta vimos que el Cabernet es la segunda variedad más plantada en nuestra finca y como ya hemos dicho nos interesaba trabajar con este perfil de la cepa más frutado y generoso, si se quiere. Venimos teniendo muy buenas experiencias con el Cabernet de Maipú, con mucho cuidado en la elaboración y una buena sanidad así que con todo eso junto nos sentimos confiados para experimentar con esta nueva incorporación para nuestra línea de vinos naturales.»
