Mil brindis

Sin duda que las circunstancias que alumbraron la creación de Grazie Mille estuvieron plagadas de situaciones para agradecer primero y para brindar después. Este emprendimiento de los socios y amigos Fernando Spigatín y Leandro Rodriguez (Fernando proveniente de la industria con su bodega familiar Domados Wines mientras que Leandro es un entusiasta del vino pero cuya principal actividad es proveer servicios logísticos) vió la luz en medio de la pandemia. Y a la crisis general se le sumó la desgracia particular de sendos ACV del enólogo. Ahora, superados ambos contratiempos, es que hace su aparición su primer espumante.

Para presentarlo en sociedad volvieron al espacio de Drams en la circuitista Villa Devoto e incluso, para los que se lo perdieron en su momento, hubo una breve reprise degustando sus vinos tranquilos. Y aunque la idea era que esta vez fuera su enólogo el encargado de hacer los honores hubo que volver a recurrir a Rodriguez dado que Spigatín se quedó en Mendoza para atender a la comisión del INV que, para seguir con los festejos, acabó dándole el visto bueno a su nueva bodega.

Como han dejado en claro a los amigos de Grazie Mille no les da lo mismo cualquier palabra y han hecho un tema de ello al nombrar su líneas con vocablos como Amistad o Libertad. Al recién llegado le tocó el término Pasión y cambia la sempiterna imagen del abrazo de fondo por dos manos entrelazadas. Siguiendo con la atención a los detalles también es de destacar que la etiqueta replique el color, muy peculiar, de este Brut Nature de Método Tradicional.

Abriendo el juego se escanció un muy bien resuelto Blend de Blancas de su entry level, con un protagonismo decreciente de Semillón, Savignon Blanc y Torrontés. Nada casualmente esta primera cepa también iba a ser de la partida en el ADN del homenajeado.

Cuando se develó el Grazie Mille Pasión Brute Nature, notamos que ese mismo Semillón iría a la saga de otro viejo conocido de la bodega: un Pinot Noir que también conforma uno de sus íconos, desbordante de personalidad. Y por último un 10% de Chardonnay. En la copa se muestra un matiz muy particular, oro rojo con toques perlados y muy fino de burbuja. En nariz se empiezan a vislumbrar los aportes de los 18 meses de contactos con lías merced a notas de pan brioche y levadura. El cuerpo mayoritario de Pinot y Semillón le dan un lindo medio de boca a este espumante presto a proclamarse como hijo dilecto de La Consulta.