En la jerga del buceo existe una máxima de oro «Go with the local diver«. Esto es para dejar bien en claro que no alcanza con ser un cultor avezado a la hora de internarse en un mar proceloso, especialmente si es por primera vez. Siendo el de los Estados Unidos uno de los mercados más importantes del mundo en materia de vinos, estaba claro que el panorama que pudiera contar un experto del País del Norte resultaría de gran interés por estas pampas.
Rob Mc Millan es un banquero que supo anoticiarse de la extrema cercanía de los viñedos del Valle de San Fernando cuando creó la división de Vinos del Silicon Valley Bank, donde actualmente se desempeña como Vicepresidente Ejecutivo. Devenido especialista no sólo en la rama mercantil, también se ha vuelto un clásico (y muy esperado) el informe anual que lleva su firma. Habitué de la lista de las 50 personas más influyentes en el mundo del vino a nivel mundial, llegó a la Argentina para dar una serie de conferencias invitado por Vinventions. Esta es una empresa global con representación en el país dedicada a proveer de soluciones a la industria del vino y cuya división más popular es Nomacorc, encargada de producir corchos y opciones de tapado para la misma.
La cita fue en la UCEMA y hasta allí se acercaron diferentes actores de la industria y prensa especializada. La charla versó sobre el actual panorama de la industria del vino en los Estados Unidos con un especial aparte para la evolución de las exportaciones argentinas en dicho mercado.
«Si bien la tendencia esta creciendo luego de un amesetamiento. – Manifestó Mc Millan»- tenemos que reconocer quienes son los actores del mercado y como van rotando. La generación de los Baby Boomers aún sigue siendo la que más gasta en vino de calidad, pero tenemos que entender que luego irán pasando la antorcha a lo que conocemos como Generación X. Esto es fácil de entender: conforme los integrantes de esas generaciones van haciéndose mayores comienzan a afianzarse en sus diversos ámbitos y a poder distraer sus ingresos de cosas más vitalmente acuciantes como podrían ser establecer un hogar y formar una familia.» Mientras que aparentemente estas dos generaciones estarían bien comprendidas en cuanto a sus motivaciones y necesidades por los expertos, la inminente llegada de los Millenials como parte dominante del espectro se vislumbra como un verdadero desafío.
En el rubro Argentina varios participantes le hicieron notar la preocupación que representa el parate de las exportaciones, mayoritariamente de Malbec, hacia Estados Unidos. Y, contra lo que podría suponerse, Mc Millan fue de la opinión de seguir ofreciendo más de lo mismo y sin desfallecer. «No soy de la idea de que la oferta deba seguir diversificándose. El Malbec es algo que se destaca por su calidad y no compite directamente dentro de la misma cepa. Creo que los productores argentinos deberían seguir por ese camino y concentrarse en el nicho inmediato superior a la franja de los 10 dólares en lugar de proponer más varietales. Conviene elegir acciones, tal vez más pequeñas, pero constantes en objetivos claros. Y bajo ningún concepto asustarse y salir a tontas y a locas a tratar de cubrir una oferta con cantidad en lugar de calidad. Ese fue un gravísimo error que cometieron Chile y Australia y todavía lo están pagando.»