Hamilton y el Rey

Pocas cosas pueden sonar más americanas que el rock y los relojes Hamilton. Para los que sientan que sus modelos “les suenan de algo” como propuestas bastante diferenciadas de los perfiles de la industria helvética, cabe acotar que esa sensación está totalmente justificada. En un principio la marca fue una creación más yanqui que la ciudad de Pensilvania donde nació. Esto explica la aparente ubicuidad de sus modelos en un sinnúmero de películas de ese origen, desde 2001, Odisea del Espacio a la última de Jack Ryan.

 

El punto es que, dentro de sus muchas propuestas, pocas han descollado tanto como su modelo Ventura, que casualmente celebra este año su cumpleaños número 60.

 

Y ciertamente cuenta con varios motivos para destacar. Primero su impronta triangular, algo que lo desmarcaba y aún lo desmarca del mandato del guardatiempos redondo cuando no, en contadísimas excepciones, cuadrado. Ese aspecto tan futurista a la Hugo Gernsback tiene una clara razón de ser. Su creador fue el artista y diseñador industrial Richard Arbib, tan imbuido del espíritu de la época como para haber elaborado sendas portadas en la fantasiosa revista “Galaxy”. Pero más allá de sus aportes como ilustrador son sus diseños los que marcan a las claras su predilección por dicha estética. Pergeñó varios autos en la década de los 50 para AMC, GM y Cadillac. De hecho la inspiración para el perfil de escudo del Ventura se basó en la parrilla de un AMC Hudson Hornet.

 

Si su aspecto le ganó la atención del Rey del Rock and Roll, a los historiadores también les sumó que se tratara del primer reloj a batería. Éste era un proyecto muy ambicioso si tenemos en cuenta que se adelantó más de doce años a la irrupción del cuarzo. Aquí se dotó a un calibre mecánico, el célebre 500, de una batería eléctrica. Todo el desarrollo duró cerca de tres años y fue tan secreto que decidieron llamarlo “Proyecto X”. Con toda su innovación tecnológica se suponía que el Ventura comenzaría toda una nueva fase en la producción relojera. Tan orgullosos estaban de su ADN electrónico que en sus carátulas puede verse una línea oscilante que menta a un impulso eléctrico e incluso llevaba escrita la palabra “Electric”. Por si le faltara algo para destacarse, además de su impronta, el Ventura llamó la atención de Elvis Presley, que sin que mediara ningún acuerdo previo, decidió lucirlo en la película “Blue Hawai”. A partir de allí se lo vinculó con su figura y Hamilton, celebrando los 80 años que hubiera cumplido la estrella, le dedicó el ELVIS80-AUTO en 2015.

 

Desgraciadamente el nuevo modelo resultó ser muy impreciso y, luego de ser celebrado por su carácter innovador, terminó relegado al baúl de los recuerdos raros.

 

Sin embargo cuando el grupo Swatch compra la manufactura se decide desempolvar al querido Ventura, esta vez dotándolo de calibres más fiables, de cuarzo o incluso mecánicos. Y para su reentré se montó una campaña de marketing soñada. En un viaje totalmente circular, aquella impronta de futuro de aletas y autos voladores le sentó de perillas al inicio de la saga de los MIB en 1997. El clásico Ventura sería, a partir de allí, el reloj oficial de Will Smith y sus Hombres de Negro.

 

HAMILTON VENTURA 2017: el aniversario del modelo sirvió de excusa para que Hamilton sumara tres nuevas opciones de su icónico perfil. Por un lado un Classic dorado con cuadrante en blanco y malla de cuero marrón símil alligator. Dentro del mismo rango de motorización de cuarzo se suman sendas versiones con malla de vaquero y con el detalle repetido en la carátula. Ambos vienen en dos tamaños (Small y Large, aunque siempre fue un poco incómodo tratar de referirse a sus cajas en términos de diámetro). Pasando a algo más serio llegamos a una propuesta más corpulenta e interesante, esta vez un reloj mecánico. Se trata de una versión esqueletizada con un calibre H-10-S, con una importante reserva de marcha de más de 80 horas, con alternativas de malla en caucho o brazalete de metal.