El futuro llegó (hace rato)

Si hubo un lugar y un tiempo donde el futuro se sintió como una cornucopia derramada de cúpulas de plexiglás y aletas de cola de tiburón sin duda fue en los primerísimos setentas y en Estados Unidos. Adobados con toda una movida de revistas pulp plagadas de vehículos voladores y ciudades en las nubes, a la más all american de las manufacturas le bastó con presentar su primer reloj digital en la señera “2001, Odisea del espacio” para hacer estallar la imaginación de toda una generación. Y ahora todo pega la vuelta con la reentré de aquel modelo que rompió todos los moldes.

 

El Hamilton Pulsar tardaría un par de años hasta hacer su aparición como novedad absoluta en el programa de Johnny Carson y otros dos más hasta que pudiese ser producido en masa. En masa es un decir porque aquella primera edición fue de apenas 4000 ejemplares de oro macizo y costaba unos prohibitivos 2000 dólares de la época y habría de atraer la atención de fans tan variopintos como Elvis Presley o el presidente Gerald Ford.

 

Con la misma estampa que remedan estos nuevos Pulsar, volvemos a ver algo que habría  de asombrar, tiempo después y en la mucho más proletaria versión Texas Instrument, los números dibujados en un rojo de ojo de Terminator. Podríamos entender que Pulsar hace alusión a la luz de las estrellas pero también parece reflejar la necesidad de utilizar el único pulsador en el ecuador de esta robusta pieza con forma de cojín. Y, si se lo pulsaba por un poco más de tiempo: daba los segundos! Todo sin una sola aguja a la vista.

 

Con esta nueva incorporación digna de un cameo en Stranger Things la marca nos presenta dos versiones limitadas, una en democrático acero (que corresponde a como se presentaba la segunda generación) y otra recubierta en PVD de oro con la misma impronta que el primogénito. La pantalla no se queda en morriñas y presenta una tecnología híbrida entre LCD y Oled. Ambas pertenecen a sendas Ediciones Limitadas que celebran el año de su nacimiento con 1970 piezas cada una.