Destacadas, disruptivas o clásicas, las etiquetas con que se elige presentar una botella de vino pueden ser una demostración de arte en sí mismas. Ni qué decir cuando ese espacio sirve para enmarcar obras de pintores eximios. Tal es el caso del nuevo Red Blend de Bodega Valle de la Puerta que, por tercera vez honra su alianza con los descendientes de Quinquela Martín, con el encomiable extra de auspiciar la vuelta a por sus fueros de su excelente Syrah.
Éste Colección Quinquela Red blend Malbec/Syrah 2019 se engalana con la imagen de «Veleros reunidos» una obra del pintor boquense de 1930.
Javier Collovati, enólogo de la bodega, nos contó algunos entretelones de este recién venido. «Los Red Blends son fruto de nuestras mejores parcelas, de hecho se los elige entre las partidas que son seleccionadas para nuestros Gran Reserva varietales. En el caso del Syrah nos sucedió algo muy extraño. Hace unos años a los australianos se les ocurrió hacer un lanzamiento tan agresivo como exitoso a nivel global con la cepa que mejor los representa. El problema estuvo en que ellos decidieron impulsar una etiqueta en particular, Yellow Tail, que resultó ser un vino con bastante azúcar residual, lo que nosotros podríamos llamar un tardío. Ellos son muy reconocidos por la forma en que esa cepa se desarrolla en grandes zonas desérticas (que es el escenario mayoritario donde producen sus vinos) e incluso hasta la etiqueta tenia un canguro. Fue un éxito absoluto pero en buena medida terminó siendo un presente envenenado. Porque a la gente le caló tan hondo toda la movida que en el imaginario del consumidor quedó asociado a fuego Syrah= Dulce. Y aunque se dieron un tiro en los pies, puesto que ellos son los mayores productores de la cepa, ese efecto se hizo extensivo también a otros orígenes. Nos empezó a pasar que tratábamos de mostrar nuestro Syrah y lo descartaban sin siquiera probarlo porque no les interesaba el vino dulce. Así que tuvimos que discontinuarlo porque nadie lo compraba. Fue un poco como lo que pasó con el Merlot, del que tenemos unas 20 hectáreas, cuando salió la película «Entre copas» donde el protagonista despotricaba a los gritos contra quien osara verter Merlot en su copa mientras se deshacía en elogios al Pinot. Este último tuvo su momento también merced al mismo fenómeno pero al final, aunque las aguas se calmaron, a muchos les quedó repiqueteando esa reputación presunta. Por suerte, volviendo al Syrah, los frutos de aquella campaña empiezan a decrecer y ya los mercados comienzan a regresar al varietal. Decíamos que es una cepa que se da bien en climas desérticos y eso lo tenemos en común con Australia. Veníamos produciendo un Syrah muy interesante, con unas 36 hectáreas plantadas, y nos pareció una buena opción para sumarlo a esta línea de Cortes de Tintas.»
Rindiendo homenaje a «Motivo de Puerto«, el primer Blend constaba de Malbec y Cabernet Sauvignon, mientras que el segundo «A pleno sol» emparejaba otra vez al Malbec con la excelente Bonarda del Valle de Famatina. «La primera opción fue ir bastante a lo seguro y tuvo una aceptación casi inmediata– recuerda Collovati – En el caso de la Bonarda hubo un poco más de resistencia inicial, que finalmente fue superada y se lo comercializó bien. Con todos estos antecedentes nos pareció buen momento para sumar un tercer corte.»
Más allá de la belleza intrínseca del motivo que engalana la etiqueta, ciertamente este Red Blend se suma para acompañar a sus hermanos en pie de igualdad. Es un tinto con alcohol presente pero bien integrado, de un rojo violáceo intenso con meniscos casi negros. La primera nariz es muy fragante, con las notas especiadas típicas del Syrah que habla a las claras de un aporte representativo en el assemblage (un 40%) y el soporte aromático del Malbec bien de fruta negra que da el Valle de Famatina. Como sus compañeros de fórmula es un tinto con concentración pero que exhibe una musculatura contenida, de taninos sedosos y que, sin duda, tendrá una evolución más que atendible en la guarda.