Siempre a mediados de noviembre, cual grey tolkeniana, la comunidad del habano se reúne en la celebración del Habano’s Day. Por regla general se elige un punto para la reunión con buenos espacios donde disfrutar de un cóctel y por supuesto fumar. Sin embargo su última edición tuvo un cariz diferente. Se decidió, en vez de una sola convocatoria multitudinaria, habilitar a las tabaquerías más representativas del orbe para que cada cual eligiese a sus invitados y se fuera celebrando en forma más íntima. Así fue que a esta serie de eventos en simultáneo se los dió en llamar «Habano’s Moments«
Por supuesto que La Casa del Habano de Blanca Alsogaray iba a estar entre los centros de convocatoria más destacados, al punto de que las autoridades de Purotabaco S.A. , distribuidora exclusiva de todos los tabacos de la Isla, pasaron allí la velada.
Como suele suceder los anfitriones propusieron un tabaco de excepción más un maridaje acorde con spirits y diversas bebidas. La estrella principal fue un rotundo Edmundo de Montecristo, un tabaco de cepo generoso que, si bien no pertenece al vitolario clásico de la marca, apenas de su introducción se convirtió en un auténtico best seller. Y aunque no faltaron los espumantes y las maltas, la principal propuesta para emparejar la fumada fue el Havana Club Selección de Maestros. Este es uno de los rones más destacados de Havana Club y para su concreción se convoca a los siete mayores expertos roneros de todo Cuba (los maestros en cuestión) para que seleccionen las mejores barricas que habrán de conformar este verdadero elixir.
Otro momento destacado de la velada fue cuando dos expertos cubanos se abocaron a cumplimentar la educación sentimental de los invitados dando sendas explicaciones sobre los protagonistas de la noche. Además de brindar algunos tips en temas no por cotidianos menos importantes, como la técnica para conseguir un encendido perfecto.