¿Que hay en un nombre? A veces la simple devoción de las madres por Catrieles y Daenerys aún estando tan lejos del taparrabos de unos como de la cabellera albina de los otros. Pero también puede darse la agradable sorpresa de hallar un hilo conductor entre tocayos. Tanto es así que tuvimos la suerte de que dos Dantes aunaran sus esfuerzos en un agasajo por el Día del Periodista.
La invitación de Dante Robino, la bodega, fue una excusa para conocer su alianza con Dante Liporace, el chef, en su tan célebre como celebrado Mercado de Liniers.
Para nuestra mayor comodidad no fue necesario rumbear para ningún arrabal de matarifes para vivir la experiencia de Dante x Dante. De hecho esta embajada de la mejor cocina argentina y recomendación Michelin está firmemente basada en Palermo. Durante varios meses se fue presentando esta opción de tapeo canchero con vinilos en la calle más cena de pasos en el íntimo espacio de Gorriti al 6000.
Junto a la buena música abrimos la velada con una novedad, el Dante Chardonnay-Sauvignon Blanc 2024. Este bi varietal de Agrelo en Gualtallary , cosechado manualmente, es fermentado en tanques de acero de poco volumen por separado. Aquí la apuesta es por los aportes de identidad varietal más una buena acidez. Fresco y versátil como iba a quedar de manifiesto fungiendo de volante que tanto podía jugar de aperitivo como junto a los platos del menú de pasos. También hubo burbujas en la vereda con el Gran Dante Brute Nature para acompañar el paté con manzana y vino con tostadas de pan brioche, aceitunas marinadas con cítricos o unas ultraterrenas almendras garrapiñadas al curry.
Hablando de experiencias ajenas a la Tierra mucho se ha hablado (y con justa razón) de la panera del Mercado de Liniers, sólo dos piezas harto contundentes encarnadas en una croissant y una suerte de pan de oliva, literalmente un plato en sí misma.

Abriendo el juego y ya sentados a la mesa en un exclusivo aparte en el primer piso hizo su aparición una entrada de Cornalitos y Langostinos con Escabeche de Verduras. Fiel a su prédica habitual Liporace apunta a sabores típicos de nuestra cocina con una vuelta de tuerca que enaltece. Para acompañar se sirvió el Dante Chardonnay-Sauvignon Blanc.
Con el principal seguimos pivotando entre platos típicos con una realización superlativa y un puñado de sutilezas. Aquí se volvió sobre la conjunción de milanesas con fideos tan polémica como adoptada con entusiasmo por muchos. Claro que la excelente milanesa venía cubierta por una hoja de lechuga marinada y los spaghetti iban presentados con achicoria y camarones secos. En las copas se dió paso a un clásico de clásicos de Dante Robino, su reconocida Bonarda.
Para cerrar la velada fue el turno de una mousse de chocolate con bananas estofadas y helado de whisky junto al Gran Dante Brute Nature.
Si esta crónica les abrió el apetito tenemos buenas noticias: el siguiente pop up de Dante x Dante será el próximo 21 de junio en modalidad almuerzo y en Mendoza en el mismísimo restaurant de la bodega.