En un mundo donde los espacios para fumadores se acotan cada vez más es siempre bienvenido cuando surge uno nuevo. Y conste que no nos referimos a enturbiar los pulmones de quienes refrendan una dependencia primal con la nicotina sino aquellos que aman los usos parsimoniosos y ritualísticos de un buen cigarro.
Y si encima sus responsables son viejos conocidos de esta pequeña logia de los humos más finos la alegría que nos invade es aún mayor. Nos referimos a Prado & Neptuno, el bar y tabaquería de Recoleta que comandan Ana Alsogaray junto a Claudio Policella con el plus de una barra con el reconocido bartender Juan Policella como principal responsable.
Para aquellos que nos aficionamos a los cigarros no ha pasado desapercibido este coqueto espacio en Ayacucho y Posadas que refrenda a otra esquina, la mítica intersección las calles Prado y Neptuno en la Habana Vieja. Han tenido desde siempre mucha actividad a la hora de promocionar la cultura del puro pese a su acotado tamaño. «Precisamente, terminábamos de presentar una cata de Quai D’Orsay cuando, más allá de lo bien que había salido, caí en la cuenta de que el espacio nos estaba condicionando – Cuenta Ana– así que, luego de una invitación a almorzar con mis socios-familia, les participé de mi idea de ponerme a la búsqueda de un espacio más amplio, específicamente para la realización de nuestros eventos.»
Aquella declaración acabó, luego de idas, vueltas y muchísimo trabajo, en Experiencia Prado & Neptuno (Av Santa Fé 1970 ). Se trata de un work in progress que ya viene probando las aguas desde el año pasado y que, mientras espera en breve hacer su inauguración oficial, acaba de presentar una cata plena del espíritu de la dulce Francia. «Nos pareció más que pertinente volver a presentar algo relacionado a la marca que dio inicio a toda esta movida -» comenta Alsogaray.
Para el caso se presentó un rotundo Quai D’Orsay Nº 54 junto a un champagne especialmente seleccionado y un cognac. Cabe recordar que la marca es la única que fue creada por Habanos S.A para el mercado francés. Para acompañar el primer tercio se escanció un Charles Ellener Grande Reserve Brut.
Una de las características más representativas del habano elegido, ademas de su suavidad, es que suele ofrecer una fumada promedio bien sostenida así que no estaría tan presente la evolución o el incremento de potencia hacia el final o, en todo caso, no en forma tan contundente como con otras marcas.
De movida la elección de este champagne en particular fue sorpresiva. Uno podría esperar una búsqueda de refrescar la boca, como el estilo más típico de esta bebida puede sugerir. Sin embargo aquí privaron muchas notas de evolución y un perfil claramente ajerezado y poco agresivo en la burbuja. Muy interesante y todo un desafío para los que estaban esperando algo más tradicional.
Ya bien entrados en la fumada fue el turno del cognac. Para el caso un VS de Hennessy. Este es el producto donde inicia su despliegue el portfolio de la legendaria marca y cuya denominación como Very Special requiere de una mezcla donde el elemento más joven no puede tener menos de 2 años y medio. Claramente las notas «dulces» y alicoradas de este magnifico brandy (con una denominación de origen protegida con uñas y dientes) casaban de maravillas con la segunda mitad de una fumada regia.