Desde su desembarco a este lado del Ande en 1997, la gente de Doña Paula tenía muy en claro los vinos que quería hacer. Aprovechar su expertise pero buscando productos que reflejaran en forma genuina su terroir de origen. La excusa de presentar la edición 2015 de su icónica línea, Selección de Bodega fue una inmejorable ocasión para hablar sobre este compromiso con la tierra con dos de sus máximos responsables: el enólogo Marcos Fernández y el ingeniero agrónomo Martín Kaiser.
La cita fue aprovechada también por los anfitriones para proponer una cata vertical completa de la serie arrancando por la cosecha 2012, presentando a la novedad del 2015 que recién sale al mercado e incluso con la posibilidad de un exclusivo preview de la añada 2016. Una selección tan variada ameritaba el marco de un almuerzo acorde, así que se eligió la cocina de Orilla, el nuevo espacio de Fernando Trocca y Martín Pittaluga.
«Creemos que la forma de hacer vino ha ido evolucionando.- sostiene Marcos Fernández– ya desde el primer momento cuando arrancamos con nuestro proyecto en Mendoza llegamos con la idea de producir vinos que reflejaran terroir. Por eso hemos visto que el espacio por definición para conseguirlo fue corriéndose de la bodega hacia el viñedo. Lo que quiero decir es que antes se hacía el vino y luego uno lo iba ajustando a determinado perfil en la bodega. Ahora, siempre intentando trasmitir una identidad intrínseca, empezamos a buscar expresión directamente en la viña. La idea es que el vino se produzca de la manera menos intervenida posible.»
«Selección de Bodega es un buen ejemplo de esta declaración de principios pivotando además entre lo mejor de nuestro producido en parcelas tan idiosincráticas como selectas. – continúa el ingeniero agrónomo Martín Kaiser.- Respetamos una conformación de suelo por lunares y elegimos las parcelas que mejor se manifiesten naturalmente en busca, por ejemplo, de grados de concentración altos sin recurrir al raleo. Esto nos llevó a conformar nuestros primeros Selección con Malbecs de diferentes viñedos con rangos de altura que oscilan entre los 1050 y los 1350 msnm. A los seguidores de Doña Paula no les va sonar extraño tanta atención a las cotas de estas zonas de producción, algo que vemos como un factor sumamente determinante a la hora de buscar ciertos perfiles.»
Este intento por reflejar terroir ha ido corriendo el eje de ciertos recursos constructivos que en 2012 aún podían resultar deseables y que, sin embargo y merced a ese mismo intento de presentación despojada, han perdido preeminencia cuando no han sido lisa y llanamente dejados de lado. Uno de ellos podría ser la concentración, que en el 2012 está bien presente e incluso se refleja en un tinte teja en la evolución que iba a estar ausente en las añadas subsiguientes. 2013 comienza a indicar un declive en ese estilo más jugoso y gordito con una incidencia creciente de la mineralidad y una apuesta incipiente por la tensión. Sin dudas el 2014 es una añada-bisagra que da paso al protagonista de la jornada, el 2015.
«Hemos notado que la crítica está con este estilo y nuestro 2015 ha recibido más premios que las ediciones anteriores.- comenta su enólogo- y la respuesta del público también ha sido buena, aún teniendo en cuenta que los que seguían habitualmente Selección de Bodega terminaron hallando una propuesta diferente. Aquí se nos presenta una cuestión muy importante cuando nos toque evaluar si el público realmente acepta este nuevo estilo y será viendo si repiten la compra con la siguiente añada.»