Teñido de un halo de prestigio e inconmovible valor histórico, el consumo de cognac también supo crecer a la sombra de ser la bebida favorita de los rappers norteamericanos. A. De Fussigny parece un ejemplo ideal del cognac en los tiempos de cambios.
La visita de Thomas Gonon, el joven presidente de A. De Fussigny es una ocasión de oro para acercarse a la realidad del consumo de cognac en el mundo. Mucho tiempo ha pasado desde que sus rasgos patricios lograron hacer que una de sus variedades llegase a tener el máximo apelativo imperial al que podía aspirar un producto galo: el Napoleón.
Sin embargo mientras que muchas marcas poseen abolengos centenarios, también es cierto que hace unas dos décadas atrás la incorporación de esta espirituosa al universo de los raperos parece haberle dado un nuevo auge que no convive tan armoniosamente en el seno de los vecinos del río Charentes. A. De Fussigny parece dispuesta a lidiar con este impulso bifronte tratando de unir lo mejor de ambos mundos.
“Hay que reconocer que la propia genética del cognac, su carácter de espirituosa noble más o menos desde el vamos ha hecho que las marcas más señeras no hayan volcado mayormente sus esfuerzos en conquistar a nuevos consumidores. Parecían estar sentadas sobres sus laureles (claramente reales y muy bien ganados) mirando a un público al que, acorde a su visión, no necesitaban atraer. Esto es cognac, -parecían estar diciendo- es una noble bebida centenaria y si la quieren comprar, acá esta. Mientras esto pasaba veíamos como otra espirituosa salía a tomar el mercado por asalto. Me refiero a los whiskies. Aquí esa industria no solo se basaba en sus elementos mas longevos sino que también trataba de posicionarse en la noche, las barras y las versiones mas populares.
A. de Fussigny tiene una posición diferente. Podría decirse que estamos dispuestos a hablarle a un consumidor que sabe y desea productos muy selectos, pero también queremos incorporar a nuevos consumidores. No pretendemos competir con los monstruos de la industria. Nuestra búsqueda está más bien centrada en el bebedor inquieto, que pueda descubrir el sabor del cognac.”
Siendo un producto bastante nuevo dentro del mercado nacional, una de las cosas que primero llama la atención de la marca es su propuesta de packaging. Por un lado la típica botella tipo vino, blanca, que quizás sea más vista en el mercado europeo contra las botellas panzonas de vidrio verde, o los botellones de las ediciones más lujosas. Pero sin embargo, apenas se pasa a la propuesta XO su lujoso envase enseguida nos hace pensar en un frasco de perfume. Según Gonon: “Es que nosotros queremos comunicar que se trata de un producto lujoso y original. Al punto que, ya que se menciona el packaging del XO, el proceso de embotellado debe terminarse a mano, porque su forma es tan diferente que no podemos hacerlo pasar por una línea de montaje. Hasta en los puntos de control de calidad, la manipulación debe ser hecha con guantes. Estamos atentos a cada detalle. Pero si el envase nos interesa, lo que verdaderamente nos distingue es lo que importa, que es el contenido de esa botella. A. de Fussigny virtualmente carece de un departamento de marketing propiamente dicho. Creemos en que tenemos que apoyarnos más en el boca a boca y en la capacitación de nuestros retailers y distribuidores. Tenemos un producto que se destaca por sus formas, pero por sobre todo, posee una calidad superlativa. Sigamos con el ejemplo del XO. Esta es una denominación que tiene que ver con ciertos estándares de añejamiento lo que conlleva que haya muchas versiones bajo este apelativo en el mercado. Pero, porque entonces decimos que nuestro XO es distinto que otros? Claramente la razón se evidencia en el frente de la botella. Allí reza Fine Champagne. Hay que recordar que la región de Cognac abarca mas o menos toda la localidad de Charentes. Para ser denominado como tal no pueden usarse uvas que no hayan sido producidas en este área. Pero tenemos que tener en cuenta que la región de Cognac no es toda lo mismo. Y dentro de estas subdivisiones se destacan la Grande y la Petit Champagne. Para que un producto puede ostentar el nombre Fine Champagne tiene que tener una mezcla de estas dos terroirs superlativos y no menos del 50 % de la Grande, que está reconocida como la estrella indiscutida de Cognac. Entonces, mientras que otras marcas cumplen con los requerimientos para ser denominados XO no alcanzan la calidad de origen de nuestro producto.
Decíamos que estamos tratando de acercar al cognac a un universo de consumidores que no lo conoce. No queremos imponernos sobre otras espirituosas, que la gente deje de beber whisky o ron para pasarse a nuestro producto. Queremos que, a través de una propuesta de gran calidad y precio competitivo, el aficionado quiera también sumarle a sus opciones este aguardiente maravilloso.»