Si hay un lugar que se puede entender como espacio natural del brunch, sin duda es dentro de un hotel internacional. Y si se quiere vivir ese tipo de experiencia por todo lo alto el Palacio Duhau-Park Hyatt Buenos Aires (Av. Alvear 1661) es el lugar indicado.
Haciendo gala de sus magnas instalaciones y de unos de los jardines internos más bellos de la ciudad, cada domingo (y feriados) se puede disfrutar de su opción de brunch. “Seguimos el espíritu del brunch internacional sin dejar de sumar toques personales. – Explica Matías Rouaux, chef de Gioia, el restaurant donde se sirve esta propuesta del palacio.- Contamos con un perfil de pasajero que está acostumbrado a los desayunos continentales, con la clásica combinación de platos dulces y salados y con una presencia preeminente de huevos en diversos modos de cocción. Sin embargo nuestro brunch está abierto para todo el mundo así que también tomamos en cuenta la variedad, poniendo el foco en el producto de estación y tratando de no dejar de innovar y rotar la carta porque también tenemos muchos habitués a los que necesitamos seguir sorprendiendo.” Este respeto por utilizar los mejores productos a la mano no sólo garantizan la variedad sino que aseguran su origen. “Ponemos atención en utilizar tanto huevos como vegetales orgánicos reconocidos.- continua el chef- y recurrimos a proveedores que nos aseguran la excelencia de nuestros mariscos, por ejemplo.” La generosa fuente junto al espejo no lo deja mentir. Allí se lucen robustos ejemplares de las mejores ostras de Bahía San Blas. Los quesos y fiambres responden al mismo estándar junto a detalles exclusivos como el yogurt casero de búfala, con su peculiarísima textura, presentado con miel y granola natural.
El brunch del Duhau cuenta con las típicas mesas de buffet frío con opciones de ceviche, salmón y tiraditos. Una sección de ensaladas, panificados (todos de producción propia) y pequeñas exclusividades como las increíbles paltas fritas rebosadas.
“En las estaciones calientes tenemos varias ofertas en carne, con hamburguesas de cordero o langostinos grillados, por ejemplo, todas preparadas en el acto utilizando los reconocidos grills japoneses de Kamodo.- apunta Rouaux- Además de las mesas de buffet y las estaciones de servicio siempre agregamos algún plato extra, diferente en cada ocasión, para sumar a la carta como por ejemplo empanadas de molleja, o de cordero cortado a cuchillo.”
Si hay algo que se destaca en toda opción de brunch que se precie es la oferta de huevos cocidos. El palacio ofrece tres versiones: huevos poché con salsa holandesa, cocidos a 63 grados con pan de masa madre y crema de papa y trufa y revueltos con mousse de palta, peperoncino y unas laminas de ajo como las que Paul Sorvino cortaba con una navaja de afeitar en Buenos Muchachos.