Hubo un tiempo (que fue hermoso) donde la gente consultaba su reloj para saber la hora. Así este adminículo pivotaba entre sus intereses estéticos y la ingente necesidad de ser prácticos y claros. Y en pocos ejemplos iba a estar más de manifiesto este carácter utilitario que en los relojes de buceo. Sin embargo, andando los años, muchos ejemplares han ido mutando de ese perfil de herramienta a la joya permitida del varón.
El nuevo Seiko Prospex Diver 200 (SPB143J1) es un claro ejemplo con su perfil bien evocativo de los 60 donde descollaban los Submariner, los Tudor de la especialidad y por supuesto el gran aporte de la casa: el 62mas. De hecho esta pieza es un homenaje dentro de una escala más accesible que la reentré que Seiko propuso en su momento en Edición Limitada. Aquí vamos a ver un perfil muy similar con algunos detalles que le brindan un balance más que atendible entre lo tradicional y lo novedoso.
Para empezar esta versión cuenta con una caja de acero de 40,5 mm donde conviven cepillados y pulidos que es apenas mayor que el original. Dicho tamaño la vuelve muy versátil para aquellos que disfrutan del gusto por los divers pero sin tener la muñeca de un Schwarzenegger . También se siente compensado por un ancho del bisel ligeramente superior a la media que además se presenta en acero pintado mate algo que se distancia de las típicas versiones en aluminio o cerámica. El dial viene en una suerte de gris irisado que ratifica la gran atención a los detalles de la manufactura nipona. Otra particularidad a destacar proviene de las agujas con una suerte de partición a dos aguas con uno de sus lados pulido mientras que el otro está cepillado. Los numerales poseen un perfil más «rellenito» que los originales con generosas porciones de Lumibrite lo que le da una muy cómoda visibilidad en condiciones de luz escasa. Tanto la caja como el brazalete están tratados con Diashield un proceso que puede doblar o triplicar la dureza del acero base. Cabe destacar que dicho tratamiento altera ligeramente el color del metal y quizás traiga problemas si se busca intercambiar otros brazaletes metálicos (soy de la idea de que, con una malla milanesa, este reloj seria una bomba)
En cuanto a lo interior este Prospex utiliza un calibre 6R35 automático de remonta manual que supera en reserva de marcha al original (de 40 a 70 horas, una buena) pero que acepta un margen de error de -15 +25 segundos diarios superior claramente al original y algo llamativo en una pieza que está bien fuera del entry level. Como es costumbre en los divers de la manufactura el fondo roscado luce una imagen en relieve de la célebre ola de Kanagawa.