Con la llegada del primer reloj de cuarzo la lucha por la precisión extrema quedó definitivamente zanjada. Parecería entonces que el bello empecinamiento por seguir midiendo el tiempo por medios mecánicos responde a una devoción totalmente romántica. Y ni que hablar de lo que sucede en este presente donde la mayor parte de la raza humana consulta la hora en un celular.
Trilobe, la manufactura creada hace apenas poco más de 5 años por Gautier Massonneau, abraza esta poética del tiempo dedicando sus creaciones a perfiles francamente «líricos» como ellos mismos gustan llamar. La joven micromarca helvético–parisina rinde tributo a la luna con su último opus «Le Heure Exquise«.
Aquí vemos como se vuelve sobre el concepto original de la serie «Les Matinaux» (título tomado de un libro de poemas de René Char de 1950) con un reloj que, para empezar reniega tanto del centro como de las agujas. Dentro de una caja ultra neta (que igualmente se permite una lograda combinación de cepillados y pulidos) de 40.5 mm en Titanio grado 5 u oro rosa campea un sistema de discos excéntricos para marcar las horas, los minutos y los segundos con la incorporación, en este último cuartel, de la primera complicación de la manufactura: una fase lunar en espejo. Para la ocasión la marca de lectura horaria se limita a un solo logo a las doce, cuando los demás modelos suelen usar uno para cada disco. En la elíptica más externa vemos las horas mientras que en la siguiente los minutos. El espacio de los segundos comparte cuartel con la complicación rotando a esa velocidad con un cristal de cielo estrellado. En la órbita de este cuartel flotan dos lunas enfrentadas que cumplen su ciclo de 29 días y medio.
Toda esta puesta en la muñeca sería imposible sin el calibre de remonta manual X-Centric una creación exclusiva realizada por Le Cercle de Horlogers en La Chaux-de-Fonds. Hablamos de una mecanización totalmente revolucionaria que, encima, debe proveer un gran torque al momento de mover una estructura «pesada» (los tres discos) para los standares de un reloj de ese tamaño. Exquisitez de exquisiteces, ofrecen la posibilidad de una versión «secreta» armando en la carátula el fondo del cielo del rincón del mundo que su usuario elija o la alternativa de una caja en 38.5 para hacer el tú y yo más «lírico» de la historia.