Singer Reimagined es el fruto del encuentro entre el concepto de lujo de la Costa Oeste y la más alta horlogerie helvética. De hecho es el hijo dilecto de Singer Vehicle Design, empresa que se dedica a reinterpretar al Porsche 911. En su división de relojes de alta perfomance esta casa revela una devoción unívoca por los cronógrafos en las postrimerías de los 60/70 aunque sin renegar de lo último en tecnología. Y el recientemente estrenado Singer Track1 SKLT CARBON Edition es fiel testigo de su prédica resto-mod.
Singer Reimagined nació en 2017 cuando el fundador del grupo, Rob Dickinson unió fuerzas con el célebre diseñador de relojes Marco Borraccino con el designio de celebrar el perfil de los cronos deportivos con formatos tan pregnantes como los de Seiko, Omega o Hamilton. Cuando pudieron sumar al realizador estrella Jean-Marc Wiederrecht al equipo la manufactura arrancó oficialmente .
Del mismo modo en que en su empresa madre se abocan a pivotar exclusivamente sobre el modelo 911 de Porsche aquí también se trabaja sobre un puñado de diseños. De hecho el primer Singer Track1 estrenó su estampa como ópera prima de la naciente empresa. Hay que pensar que sus creadores se tomaron casi una década para desarrollar este mecanismo que luego habría de realizar para ellos la casa especializada suiza Argenhor. El Calibre Singer 6361 también conocido como Argengraph, a la sazón se alzó con el GPHG al mejor cronógrafo en 2018, apenas un año después de su presentación en sociedad.
Esta nueva versión recurre a un dramático corte de peso debido a que su caja está realizada en un bloque tallado macizo de fibra de carbono estriado, lo que le da un aspecto muy natural en el finishing de superficie y que contrasta con los hiper pulidos pulsadores sobredimensionados tipo bullhead a las 10 y las 2 y la corona todos de Titanio grado 5 empavonados en DLC azabache. Aunque la impronta general es la de una gran bestia negra, este bello tonneau de 43 mm hace gala de muchísimas sutilezas. Tan enamorados están de su interior que, además de la tapa de zafiro que lo muestra en todo su esplendor, han calado el frente. Cabe recordar que una de las particularidades de este calibre es que la masa oscilante fue colocada por dentro para que no lo tape. Ahora, viendo el frente, esqueletizado apenas con una grilla hexagonal negra donde se incluye el nombre totalmente integrado, podría entenderse que la figura de oro de cinco rayos cumple esa función, pero no. Se trata de un diseño que rinde tributo a las llantas radiales que Otto Fuchs le brindó al Porsche preferido de Singer y que es parte del dial de los minutos. La masa está justo debajo de ella y continúa invisible.
En esta versión del Track1 volvemos a encontrar el concepto revolucionario de cederle el juego de agujas principal a la función crono mientras que la lectura horaria se puede ver en una señal de un naranja flamígero a las 6 donde se conjugan tres rims giratorios. Pertenece a una Edición Limitada de apenas 25 ejemplares numerados.