Ansiosos por recuperar aunque más no sea un mínimo atisbo de normalidad, cada paso en dirección a la puerta es un gesto bienvenido. Así lo entendieron los responsables de Navarro Correas que juegan con este concepto en sus publicidades celebrando su tercera asociación como sponsors del Abierto Argentino de Polo. Para la ocasión han creado un exclusivo Espacio donde sus etiquetas más destacadas se presentan junto a la cocina del chef Pablo Buzzo.
Este Espacio arrancó hace pocos días y, toda vez que acompañará al Abierto en su totalidad, también seguirá funcionando dentro del nuevo énclave gastronómico que propone el Campo de Polo de Palermo. Para celebrar este tan esperado reencuentro, la bodega invitó a hacer un paneo por esta grata conjunción entre grandes vinos y buena mesa. «La idea es que nuestro espacio continúe abierto todo el verano– comenta María Eugenia Guttman, Gerente de Marketing de Navarro Correas– si bien los partidos aún no tienen habilitada la asistencia de público, los patrocinadores tenemos un pequeño cupo para invitados especiales pero creemos que lo más importante es la posibilidad de que cualquiera pueda visitar el Espacio Navarro Correas y disfrutar de un lindo momento entre nuestros vinos y la mejor opción de cocina pensada para maridarlos.»
En la oferta de vinos se encuentran sus ejemplares más conspicuos, arrancando a partir de la línea Reserva con un marcado protagonismo de los Alegoría y, muy especialmente, el recientemente incorporado ícono Juan de Dios, bautizado así en honor al patriarca y creador de la centenaria bodega mendocina. Siendo que son los líderes del mercado en el rubro, los espumantes no iban a hacerse echar en falta, incluso en versiones de tragos donde se destaca un Royale basado en Brut Nature, Pimm’s, jarabe de jengibre, limón y menta.
Bajo las gradas se montó un espacio fresco y amplio, ideal para las tardes y noches del verano, cumpliendo por supuesto con los protocolos pertinentes para estos tiempos de pandemia ya desde el mismo ingreso al predio. La cocina del responsable de Novecento ofrece tapeos y una carta de mediodía breve pero interesante y también la posibilidad (de jueves a domingo) de optar por una cena de pasos.
«Para los que tengan un poco más de tiempo o ganas de conocer alguno de los vinos más destacados de Navarro Correas fue que pensamos esta cena con entrantes como una burrata con maní y pesto de rúcula o un risotto de hongos con toques de pino– comenta Pablo Buzzo«. Fiel a su impronta patagónica, el chef no pudo hacer caso omiso de ese producto. Sin embargo, merced a su conocimiento del mismo, logró sumarlo como un toque nada invasivo entre las gírgolas y los shiitaque.
En cuanto a los vinos para este menú, Carolina Garicoche, Brand Ambasador de Navarro Correas tomó una opción por todo lo alto. «Para completar la experiencia gastronómica del Espacio decidimos ofrecer un recorrido que pasa por el Alegoría blanco, sigue con nuestro ícono, el Juan de Dios y cierra con nuestro espumante Grand Cuvee.» Una elección que acompaña los pasos y que además permite apreciar el nuevo giro conque la bodega está apuntando al paladar más contemporáneo. Además de su estética, Navarro Correas ha estado revisando el perfil de sus vinos, remozándolos, sin renegar de sus raíces pero haciendo los ajustes del caso para un consumidor que comienza a apreciar más la frescura, la acidez o la fruta que la concentración o la madera. El Alegoría Chardonnay Gran Reserva 2018 es un buen ejemplo de ello. Claramente, si bien tiene paso por madera, este Blend de diversos viñedos de Tunuyán y Tupungato en el Valle de Uco, campean una cota alrededor de lo 1100 msnm. Aquí se ha hecho una apuesta clara a la fruta blanca, con mucha pera y durazno pero sin negar toques cítricos y florales como el azahar. El resultado es muy delicado, claramente jugando con una acidez que refresca y con una untuosidad más tímida, lejos de los toques de manteca. En el caso del tinto, hablamos nada menos que del ícono de la bodega, el Juan de Dios Gran Vino de Corte 2013. Totalmente imbuído del nuevo espíritu del portfolio, se trata de un Blend con presencia mayoritaria de Malbec con un aporte de Cabernet Sauvignon, todo de la finca de Agrelo en Luján de Cuyo. Las bayas ya han sido doblemente seleccionadas antes de ser vinificadas por separado en huevos de concreto para luego ser trasvasadas a barricas francesas de primer y segundo uso donde descansarán 18 meses. Toda la crianza se hace por separado. Finalmente se realiza el assamblage y pasa a una estiba en botella de 12 meses. El resultado es un vino de gran delicadeza y equilibrio, con una concentración elegante que le hace lugar tanto a los frutos rojos de carozo y la acidez del arándano como a las notas florales. Finalmente llega el turno del Navarro Correas Grand Cuvee. Este es el hijo dilecto de una bodega en la que estos no escasean. Se trata de una combinación de 90% de Chardonnay de Tunuyán más un 10% de Pinot Noir de Tupungato que ha tenido unos 18 meses de contacto con lías. Aunque es un espumante complejo no deja de ser vibrante, desde su color amarillo translúcido, con una elegantísima aguja, hasta buenas notas florales que simplemente se acompañan con toques de pan brioche.