De los Sanchez Salomón no podrá decirse que son recienvenidos, más bien como dice la canción pareciera que siempre están como volviendo. Ya desde que el patriarca Don Clemente Salomón, arrancara con el cultivo de vides allá por 1930, el resto de su familia ha estado, aún con vaivenes, ligada a la industria del vino.
El punto es que ahora los nietos del fundador de la dinastía han decidido hacerse cargo de la bodega y producir sus propios vinos relanzando la marca Rewen. Así que la idea fue reunir a un grupo de periodistas en La Malbequería para armar una mesa común donde sentarse a degustar algunos de los ejemplares más destacados, dos tintos de la línea Winemaker Selection y el assemblage que fungirá como ícono de Rewen.
Aunque tres de los hermanos están participando del proyecto son especialmente los varones Roberto y Federico los que mayor compromiso asumen. Roberto es contador y por tanto se encarga de los números de la bodega mientras que Federico es un reconocido winemaker que ha trabajado junto a maestros como Roberto de la Mota. «La relación de nuestra bodega siempre fue muy fluida con productores de vinos de gran calidad, así que utilizar nuestros viñedos Luján de Cuyo y Valle de Uco y nuestros conocimientos en un vino propio nos pareció como un paso natural.»-dice Roberto. Ciertamente que experiencia en el sector de alta gama no les falta. Incluso Federico ha sido winemaker de bodegas como Montechez y Mendel entre otras.
Para el caso se abrió el juego con un Torrontés cafayatense de otra línea pero que servía justamente como una suerte de aperitivo antes de dar paso a los tintos que serían las estrellas de la presentación. «Decidimos que probaran un Cabernet Franc, que pienso que se nos da muy bien– comenta Federico- y un Malbec que siempre tiene ese peso de clásico por derecho propio. Ambos son vinos de partidas destacadas de las que hemos decidido embotellar solo unas 1000 botellas. Veremos que tal nos va y si al mercado le gusta podríamos encarar una reedición puesto que contamos con más litros. También está la ventaja intrínseca con la que contaría esta reedición, porque los vinos van a seguir evolucionando, entonces cuando volvamos a embotellar estos vinos en rigor vamos a estar presentando una versión diferente, evolucionada de aquella primera expresión. » Para cerrar presentaron un blend a partes iguales de Malbec, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot. Con una etiqueta provisional (pero que seguramente conservara el nombre) solo se han embotellado unas 600 botellas. Los tres son cosecha 2014 con diferentes grados de paso por barrica.