Ya el mismísimo James Bond había sentado cátedra al usar por largas temporadas un reloj de buceo que tanto podía ser compañero de un smoking como de una zunga (siempre que uno esté lleno de desparpajo o tenga el físico de un agente doble cero). La versatilidad en un guardatiempos es algo que nunca está de más como lo hace patente la última encarnación del Orient Mako, que ahora responde al nombre de Kamasu. El punto es que no hay mucha escolástica al respecto puesto que Orient, como al 007, sólo le ha brindado un número a su creación (RA-AA0004E) a la hora de salir al mundo. Y allí es donde los usuarios norteamericanos decidieron recoger el guante y lanzarse a bautizar sus piezas, por suerte con términos japoneses. Kamasu hace referencia a su particular perfil de agujas que, dicen, les recuerda los dientes saltones de una barracuda.
La unión, parcial en principio y total desde hace pocos años con Seiko-Epson no ha ido en desmedro del rasgo distintivo de la manufactura como creadora de relojes de inmejorable ecuación precio-calidad, y hasta nos atreveríamos a decir que la ha terminado beneficiando al compartir algunas ventajas y mejoras de su ahora empresa madre.
Justamente este nuevo modelo cuenta con varias incorporaciones importantes. Por empezar un calibre in house F6922 con parada en segundero y remonta manual. También suma un cristal de zafiro lo que, unido a que el mismo está montado ligeramente por debajo del dial de aluminio anodizado lo deja todavía mejor protegido contra eventuales rayones. Este modelo cuenta con detalles en el dentado de los minutos en cinco y números de mayor tamaño que sus predecesores en los múltiplos de 10 lo que le brinda un contorno más suave y sofisticado que el del típico dial de buceo. El material luminiscente tiene una mejor visibilidad lo que en conjunto con el hecho de que el cristal sea de corte plano le da una excelente legibilidad. Hay que tener en cuenta que la manufactura siempre trata de ajustar los costos y por ello este ejemplar no posee la certificación escrita reconociéndolo como reloj de buceo; pero con una hermeticidad de 200 bar y las características antes mencionadas está totalmente apto en los hechos para fungir como tal.
La caja de acero inoxidable acusa 41.8 mm y esa mínima diferencia hace que el reloj no parezca tan grande y se adapte mejor para el uso día a día. Viene con una malla también en acero que al ser de unos 20 mm standar la hace muy versátil a la hora de poder cambiarla por una versión de cuero o caucho a gusto del consumidor.