En su cuento «El continuo de Gernsback» William Gibson narraba la historia de un hombre que quedaba expuesto (mucho antes de tanto revoleo a la violeta del término «multiverso«) a visiones alucinadas de aquel futuro que soñara el editor de Amazing, con sus coches voladores, sus domos y aletas por todos lados, sobre el prosaico fondo que acabó siendo nuestra cotidianeidad. «No hay nostalgia peor/que añorar lo que/nunca jamás sucedió» parecerían canturrear los jóvenes franceses creadores de SpaceOne que, con apenas un puñadito de años en el mercado, apuntan con su segundo opus a celebrar ese futuro que no llegó nunca.
Con un precedente que parece volver a remitirnos al universo de Los Supersónicos vemos cómo uno de sus creadores, Olivier Gamiette, comparte con el recordado ingeniero/ilustrador Richard Airbib su doble condición al diseñar autos para Peugeot de día y soñar junto a su socio Théo Auffret sus dulces cohetes de bolsillo por las noches.
Este SpaceOne Tellurium es, como su nombre lo indica, un astrolabio en miniatura con su centro mostrando el devenir de la Tierra (y su satélite) en torno al Sol. Además del increíble tour de force de este maravilloso mecanismo, que ya habían realizado manufacturas como Ulysse Nardin, cabe acotar que el milagro también se hace extensivo a su precio. Estamos hablando de una pieza que ayer salió al mercado y que puede pedirse por correo con una pre-orden de cuatro semanas por la módica suma de 2990 Euros. Hay que destacar que justamente el credo de la manufactura se basa en el desarrollo modular para hacer sus creaciones más asequibles.
Por supuesto que no todo acaba allí. Tenemos un elegantísimo perfil de madalena de 42 por 50 mm para la caja de titanio grado 5 con una combinación de acabados y un domo de zafiro. Debajo del Sol vemos las agujas de horas y minutos con sólo tres numerales a las 4, las 8 y las 12. Como su predecesor este SpaceOne presenta la complicación de jumping date cerrando con el mes deslizante a las 6 merced a contar con el calibre automático Soprod P024 H4 ajustable mediante una corona única a las 12. Todo sobre un campo celestial y nocturno de venturina jalonado de estrellas de titanio pulido.