En lo que les fue a los ingleses pensar en juntarse para unas cervezas después del trabajo a los galos ya les había surgido el «aperó«. Este proto after office solía estar regado por vinos pero también, y muy especialmente, por aperitivos. Rindiendo tributo a esta gloriosa tradición (y ojo avizor con los nuevos requerimientos del consumidor) el grupo Möet Hennessy presentó Chandon Apéritif.
Con una mega fiesta en su regia mansión de Barrio Parque Chandon develó el misterio de su nueva creación, novedosa al punto de haber creado virtualmente su propia categoría. » Esta nueva etiqueta abreva en dos fuentes, una es la tradicional presencia del aperitivo en las barras de Francia y la otra tiene que ver con seguir atentamente los gustos del consumidor local.- comenta en un aparte en la cava de la residencia el Estate Director de Chandon, Hervé Birnie-Scott.- Estábamos notando cómo se ha incrementando el uso de amargos en el gusto argentino y caímos en la cuenta de que no teníamos un producto para ese segmento.»
Hablando de innovación hay que recordar que la marca incorporó un espumante que fungía también de coctel cuando creó el Chandon Delice. Allí se le pidió al bartender Tato Giovannoni que buscara un solo elemento que le brindara otra impronta al Delice y así surgieron las reconocidas alianzas con la albahaca, el pepino o la cáscara de pomelo. Todo sumado al aporte del hielo y voila!. De eso han pasado ya cinco años. En este caso Chandon trata de ir un paso mas allá en eso de simplificar el consumo y este Apéritif apenas clama por un perfect service con hielo.
«Ciertamente, tan pronto se lanzó el Delice.- continúa Birnie-Scott – nos pusimos a pensar en la siguiente movida. Hay que aclarar que, antes de la fórmula que tenemos ahora, hubo un banco de pruebas con mas de 600 prototipos. Finalmente nos inclinamos por un protagonismo mandatario de la naranja de Valencia junto a un combinado de especias de cuya composición apenas podemos decir que algunas provienen de Madagascar y Brasil. Sin embargo, una de las características principales de nuestros espumantes es la consistencia, así que, si las naranjas iban a ser protagonistas, teníamos que asegurarnos de conseguir un proveedor que garantizara calidad y un flujo constante. Eso por suerte se dió con una plantación en Entre Ríos, aunque fue muy gracioso cuando hubo que implementar nuestros standares y el proveedor vió cómo, en vez de cargar acoplados, llevábamos sus naranjas primorosamente en cajas.»
El resultado es un espumante con toques agridulces del macerado, con marcadas notas cítricas pero donde también se sienten las especias. La suma del hielo en la ecuación lo vuelve peligrosamente fácil de beber.