En el mítico mes que no se termina más la gente de Trapiche se le atreve a una convocatoria para presentar novedades. Y siguiendo con la recientemente inaugurada costumbre de acotar participantes tuvimos ocasión de probar su bien pensada línea Origen con el sentido de intimidad de estar de entrecasa.
Para la ocasión contaríamos con la guía de la ambassador Adriana Huck ao vivo junto a aportes desde la virtualidad del Jefe de Enología Sergio Casé.
Como para amenizar y mientras se armaba base con algunos tentempiés pudimos pegarle una repasada a un trío de oceánicos de la serie Costa y Pampa: el siempre de celebrar Albariño, su muy buen Gewürztraminer (ambos 2021) junto a un exquisito Riesling 2019 bien en sintonía con la canícula reinante.
Ya yendo a la novedad convocante seguramente a los memoriosos les sonará el término Origen. Si, el nombre le pertenece a la bodega pero los recién llegados no tienen otro punto de contacto con aquellos vinos de 2006. Se trata de dos tintos jóvenes, un Malbec y un Cabernet Sauvignon. «Disponíamos de ese nombre que nos pareció ideal para el perfil de este nuevo producto y decidimos reutilizarlo– arranca Huck– aunque estos vinos sean algo diferente. La idea es ofrecer un producto joven, con buena tipicidad, directo y sin florituras y que se atreva a interpelar a un consumidor más maduro que empiece a pensar en regiones más que en cepas.»
«Éste es el último proyecto que tenemos y me parece muy lindo– nos cuenta Sergio Casé– se trata de volver a lo que éramos antes con respecto a vinos sin tanta sofisticación de suelos, terruños y alturas . Y se nos ocurrió hacer estos ricos vinos enfocándonos, primero, en un Malbec 100 % de Valle de Uco, donde la expresión frutal y la acidez que nos da la zona creo que queda muy bien representada en el producto final. Son vinos que no tiene paso por madera, para la diaria. Y realmente no teníamos una propuesta en este segmento de precios 100% Valle de Uco puesto que de allí solían salir vinos de alta gama con barrica y tal. Entonces se me ocurrió hacer un gran blend de diferentes viñedos del Valle básicamente la parte baja de Tupungato y un poco de La Consulta. Así nació el Malbec de la línea, con esa expresión aromática y ese color vibrante tan particular. Y en el caso del Cabernet nos desmarcamos un poco de la creencia de que Luján es la tierra del Malbec. A mi particularmente estos Cabernets me recuerdan mucho a los de la Primera Zona, con esa mezcla de suelos arcillosos y pedregosos aportando una nariz muy distintiva y, sobre todo, una textura muy elegante. No es un vino de gran expresión de color ni concentración. Apenas lo empecé a armar me trajo recuerdos de nuestro museo como los Fond de Cave más antiguos que precisamente venían también de Lujan de Cuyo. Con ambos estamos muy conformes con lo que logramos. Son vinos muy tomables, con fruta, que representan bien el varietal y también representan claramente sus regiones de producción: Lujan de Cuyo, que es más antigua en comparación y el Valle de Uco de donde hemos venido sacando Malbecs desde los últimos treinta años.-«
En cuanto a los vinos en sí podemos decir que su mensaje entra fuerte y claro. Desde la etiqueta despojada pero con algunas comunicaciones simples y concisas (mínima intervención, juventud, levaduras indigenas). Estos Origen vienen a preparar al consumidor para los Reserva, abriendo el juego en una franja de precio muy competitiva. Claramente el Malbec es el que más se ajusta a la propuesta intrínseca, con una gran frescura y representación varietal mientras que el Cabernet Sauvignon quizás levante un poco una vara muy pareja. Pero aquí ya hablamos pura y exclusivamente de una cuestión de gustos.