Apenas una semana atrás se festejaba el Día del Cabernet Franc y con esa inmejorable excusa la gente de Dante Robino armó una glamorosa presentación de su nueva incursión en la cepa nada menos que dentro de su tope de gama: la línea Gran Dante.
La cita fue en los jardines del Museo de Arte Decorativo, matizada por violinistas clásicas y el protagonismo absoluto de los cuatro miembros de su extremo de escudería.
Allí se montaron caballetes con obras de inspiración dieciochesca que, sin embargo, fueron fruto de la tan en boga Inteligencia Artificial. Hay que recordar que desde que la bodega fue adquirida por Quilmes se han reconfigurado las etiquetas de su tope de gama con figuras de pioneros de la astronomía. Precisamente para su Gran Dante Cabernet Franc 2023 el personaje elegido fue Amélie Lefrançais de Lalande. Y, aunque esta astrónoma del Siglo XVIII hizo aportes capitales a las cartas de navegación de su época, no se conocían muchas imágenes suyas. Así que el desafío fue recrear cada detalle de ella y de su entorno.
«Hoy estoy en una suerte de celebración doble – arrancó el joven winemaker Gonzalo Funes – por la incorporación del Cabernet Franc a la línea Gran Dante en su día y por los seis años de mi ingreso a la bodega.
Para esta etiqueta utilizamos uvas del Valle de Uco, más precisamente de Gualtallary. Veníamos haciendo diferentes experiencias con este varietal hasta que en 2022 nos pareció que estaba listo para sumarlo a nuestro portfolio. Como de costumbre lo hicimos pensando en obtener representación varietal pero también incluyéndolo en un perfil moderno y muy bebible.»
La presentación fue muy útil para ponernos al día con los miembros de Gran Dante, un recientemente premiado Malbec, un espumante y su muy reconocida Bonarda. En cuanto al recienvenido se nota la intención de hacerlo más asequible mediante taninos agradables, una nota pirazínica menos filosa y no tanta carga alcohólica. Quizás sería bueno darle un poco más de tiempo en botella.