Ya desde su nombre Andeluna nos habla de la bella conjunción entre lo terreno y lo soñado y, con apenas un poco más de 15 años, esta bodega de Gualtallary ha sabido ganarse un nombre y un lugar en el corazón de los aficionados. Yendo a la parte más terrena, la bodega se reconoce en las elevaciones del Valle de Uco, haciendo cota en los 1300 msnm y nombra con justeza a los suyos como vinos de montaña.
Más allá de una buena realización y una siempre amigable relación precio-calidad la imagen de Andeluna está muy ligada a sus gamas más accesibles como los 1300 o Altitud. Sin embargo es bueno destacar que con su enólogo Manuel González Bals a la cabeza, la bodega también produce vinos más ambiciosos. Y para muestra más que un botón de etiqueta elegimos dos.
«Nuestras líneas medias y de entrada funcionan muy bien y son muy apreciadas por el consumidor– comienza a desgranar el enólogo- pero para Andeluna también existen otras expresiones donde podemos dar rienda suelta a diversas búsquedas y experimentaciones. Estamos trabajando codo a codo por ejemplo con el Conicet y junto a ellos estudiando las posibilidades de nuestro espacio en Gualtallary. Digamos que, básicamente, nuestra prédica siempre ha sido la misma: tratar de contar lo mejor posible lo que son estos vinos de altura. Por supuesto que ciertas prácticas de la viticultura de precisión no podrían aplicarse al grueso de nuestra producción pero eso no quita que, dentro de líneas que apuntan a nuestro tope de gama, podamos seguir volcando ese interés y esa curiosidad.»
Justamente para ilustrar esta idea elegimos dos de los productos más diferentes dentro del portfolio de Andeluna. Se trata de su Blend Pasionado Cuatro Cepas y su singularísimo no-rosado Blanc de Franc Edición Limitada. Y cabe destacar que, como es su costumbre, sus vinos top tienen precios sumamente accesibles.
«En el caso del Pasionado Cuatro Cepas seguimos buscando transmitir terroir y ese respeto hace que enfoquemos nuestros cañones sobre todo en la viña. Estamos hablando de un 50% base de Malbec más partes de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc con un cierre de Merlot, que prontamente cederá su lugar al Petit Verdot. Cada uno cosechado por separado. Luego tanto el Malbec como el Cabernet Sauvignon pasan en su totalidad a tanques de acero inoxidable mientras que las otras dos cepas pueden ir ganando «sintonía fina» en esferas de cerámica o incluso en vins de 450 kilos. También el primer paso por barricas (siempre de origen francés) se da por separado y dependiendo de cada edición pueden pasar periodos de 11 a 14 meses. Mientras tanto vamos probando barricas constantemente, tratando de catar día por medio para evitar la saturación y volver al vino más frescos. En el caso del Merlot y el Cabernet Sauvignon podemos hacer alguna premezcla antes de definir la totalidad del corte.»
El Pasionado Cuatro Cepas Blend 2016 es un tinto con una concentración atractiva aunque bien equilibrada. Sin duda tendrá una evolución muy noble en la guarda pero actualmente presenta un color violeta profundo que no parece condecir con los 5 años que lleva de botella. Hay fruta negra y buena acidez con algún toque ligeramente herbal en el cierre.
El otro ejemplo es un vino muy peculiar del que incluso su creador se ha encargado de inaugurar su nombre «Este vino nace de un viaje por Francia que me puso en contacto con los rosados del Loire– rememora González Bals– que me dejaron impresionado por su palidez. Pero pese a esa impronta eran vinos vibrantes, complejos y con buenas estructuras. Así que cuando regresé me puse a pensar en cómo hacer algo similar en nuestra viña. De hecho nosotros tenemos un Rosé propiamente dicho dentro de la línea de Ediciones Limitadas, pero con este Franc yo quería algo distinto. Intentamos manejarlo como rosado y el resultado no nos satisfacía así que encontramos la solución directamente manejándolo como si fuera un blanco, más precisamente un Sauvignon Blanc. Lo que salió fue algo bien diferente de cualquier rosado e incluso quise ponerlo en la contraetiqueta como un blanco, pero la idea no prosperó y así ahora, oficialmente, se reconoce como vino rosado.»
El Blanc de Franc Edición Limitada es veramente un distinto. Ya desde hacer gala de un rosado evanescente pero con brillos plomizos. Hay un alcohol presente de 12,5 pero bien integrado. También fruta roja ácida tipo ciruela y un fondo más herboso que floral. Reconociendo su joven pero merecida prosapia se lo engalana con una botella importada exclusiva así como una bellísima etiqueta metálica en altorrelieve.