Un poco merced a la explosión de cervezas artesanales por nuestras pampas a varios emprendedores locales les picó el bichito del what if? Y en el no tan populoso nicho de las espirituosas nacionales en general y del gin argento en particular comenzaron a florecer ejemplos. «Heráclito & Macedonio» además de evidenciar las preferencias literarias de su creador, se suma a este acotado espacio apenas permitiéndose caprichos con su nombre.
A todos los master destillers se los suele arropar con la metáfora de los perfumistas, que con una nariz privilegiada (y un gusto otro tanto, por supuesto) son capaces de diferenciar los elementos más sutiles de una bebida y aunar en sus cabezas las alianzas que acabarán concretando el sello de un sabor que disfruten las masas. Así que no debería sorprendernos que alguien con esa formación específica como Julian Varea haya derivado en creador de destilados. Es muy interesante el periplo de este cordobés y sus diversos transplantes, primero para estudiar Ciencias Políticas en la UBA y luego en Europa como un joven recién recibido con un brillante futuro en el mundo corporativo. «Mi trabajo generaba una buena entrada y me hacia viajar muchísimo. – rememora Julian- pero si bien en mi vida profesional las cosas iban viento en popa yo sentía que me hacia falta algo más, algo donde desahogar mi vena creativa. Había pensado en el mundo de los perfumes pero no era fácil, ni siquiera en Europa, encontrar un lugar donde te lo enseñaran. Finalmente di con uno en Londres y así fue como me gradué de perfumista en el Morley College. Con este conocimiento a cuestas logré volver a Argentina, y aunque continué trabajando para la misma multinacional empecé a buscar el modo de establecer un emprendimiento con los perfumes. De hecho conseguí instalar un negocio con perfumería de autor, diseñando fragancias junto a jabones y velas aromáticas de calidad. Sin embargo este es un mundo con insumos muy caros y a la larga el proyecto no prosperó.»
Luego de esta experiencia, un poco por sus viajes por el mundo y otro por el boom de las bebidas de garage, Varea se dió cuenta de que podía volcar sus conocimientos en otra rama donde se recurre a los más diversos botánicos. Y así fue como nació el gin «Heráclito & Macedonio«. «Decía que el nombre puede sonar un poco caprichoso. Y ciertamente lo es. Surgió de mi veneración por el filósofo de Efeso cuando estaba diseñando una gorra para mi. Mi esposa es diseñadora de modas y se nos había ocurrido eso. Tuve también la idea del & y me quedaba espacio debajo. Así que decidí poner el nombre de otro de mis escritores favoritos: Macedonio Fernández.» Explicada la génesis del nombre pasamos a la elección no sólo de la bebida sino de su estilo. «Soy consciente de que los pink gins pueden ser polémicos para algunos puristas ya que termina infusionado, sin una posterior destilación. Pero necesitaba que destacara. Tenía recursos para un primer intento y ese tenía que funcionar. Así que la elección posibilitó darle un color que se distinga en la barra. Y una paleta aromática muy intensa que se hubiera diluido con la última destilación.» El resultado es un producto rabiosamente fotogénico, con un color atractivo y una paleta especiada y fresca donde se destaca la base típica del enebro, pero también notas de clavo y cardamomo más el aporte cítrico del pomelo. Merced a la muy buena acogida que tuvo ya se encuentra en carpeta la concreción de un gin totalmente destilado, de perfil más clásico. «Este primer intento, exitoso como fue, nos abre las puertas a seguir experimentando y sumar otro producto a la ingente masa de buenos destilados nacionales.»