Parece que el chiste de empezar a tomar cerveza para economizar agua ya no estaría siendo tal. Ojo avizor con los tiempos que corren a los chicos de Antares se les ocurrió una forma de aunar la conservación de recursos, el reciclaje y seguir con una impronta totalmente MDQ en su último lanzamiento. A horas de que su nueva cerveza haga su desembarco oficial en una estación que pinta como que ardiente, pudimos participar de la avant première de Atlántica, una Dorada Pampeana elaborada totalmente con agua de mar.
La cita fue en el local de la marca en la renovada Plaza Houssay donde, entre banda en vivo, picadas marineras y calor arrollador hasta pudimos hablar con uno de los fundadores de Antares, Pablo Rodríguez. «Estamos muy pendientes del tema de la utilización racional de los recursos naturales y, entre ellos, claramente el agua es uno de los más valiosos. Pensando en formas de producción sustentable, y dándonos de narices con el océano en nuestra Mar del Plata originaria, fue muy sencillo comenzar a pensar en valernos de un recurso como el de la desalinización.» La Ciudad Feliz tiene una larga tradición de aprovechamiento del agua de mar. «Cierto que por poco arrancamos sacando agua de Playa Grande– continúa Rodríguez– pero tuvimos que averiguar las zonas que estaban habilitadas para eso y compartimos toma con un centro que desaliniza para la generación de energía en la zona del Faro. Otra de las novedades de Atlántica es que va a ser la primera vez que nos corramos de nuestra típica botella de vidrio para pasar a la lata. Somos una de las primeras cervecerías artesanales que comienzan a volcarse a este tipo de envase, algo que los emprendimientos industrializados utilizan desde hace ya largo rato. El punto es que nos dimos cuenta de una necesidad, algo que el mercado estaba pidiendo (la lata pesa menos, se enfría más rápido, etc, etc) y por eso nos decidimos a arrancar con esta alternativa. Pronto otras de nuestras variedades seguirán esa presentación. Sin ir más lejos nuestra cerveza de estación, Caravana. Como siempre tratamos de tener en cuenta los hábitos de racionalización y reciclaje vamos a montar pequeñas prensas manuales para compactar latas, ya no sólo las nuestras sino las de cualquiera que traiga una. La idea es convertir nuestros locales, así sea modestamente, en centros de reciclado de latas.»
En cuanto a la cerveza en sí, se trata de una Dorada Pampeana, una de las pocas variantes reconocidas como argentas por el Beer Judge Certification Program, el organismo internacional que habilita el perfil y el segmento a los que corresponde cada estilo de cerveza. Como en tantos otros casos aquí se trató de hacer de la escasez virtud y esta encarnación nacional trata de conseguir un buen producto con cierta limitación de recursos. El resultado es una cerveza sencilla pero bien resuelta, de un bello tono dorado brillante. Contra lo que suele suceder con los perfiles de la marca aquí casi se pasa del deleite a la refrescancia con menos de 5 grados de alcohol y poco amargor de lúpulo. Hay algunas notas muy suaves de pan y está claramente pensada para beber a granel. Viene en lata de 473 cl o sea: una pinta.