La tradición, que duda cabe, es parte inseparable de la industriosidad japonesa. Y pocas marcas ponen esto tan en evidencia como Seiko. Incluso con líneas como la Sharp Edge que apenas hizo su entrada en 2020. Este modelo de Presage acaba de desembarcar entre nosotros con su última encarnación, un open heart que reivindica una antiquísima versión de su blanco mas blanco.
Una sensación profundamente arquitectónica campea en este Seiko Presage Sharp Edge Series Open Heart (SPB415). Aquí el indudable protagonismo lo lleva su cuadrante de tradición asanoha y la apertura del escape a las 9. Este motivo, pese a su impronta volumétrica, es en realidad un detalle típico de la seda de los kimonos shironeri e indican un grado de blancura inmaculada. Representan un perfil de hoja de cáñamo que también se repite en el calado y se los considera un símbolo de prosperidad y buenos augurios.
Uno de los cambios que presenta este modelo es la incorporación de un cristal de zafiro dual que mejora la claridad para apreciar la carátula y también se diferencia de los anteriores estilos bombee lo cual hace ver más delgado a todo el conjunto. Enmarca el frente del reloj un bisel ligeramente más angosto que el de sus predecesores totalmente pulido a espejo.
El tema del pulido es una de las características de los sharp edge y aquí lo manifiestan en su juego de agujas tipo espada con ángulos que reflejan la luz y lo vuelven muy cómodo de leer.
Todas estas características hacen pensar en sus hermanos mayores, los Grand Seiko, pero dentro de una escala de precio más amigable.
Otra diferencia sustancial con sus encarnaciones previas es que se cambió el calibre 6R64 por un 6R5J con lo que se logró pasar de 45 a 72 horas de reserva de marcha. Aunque completa la propuesta un medidor de 24 hs a la 6 esto no significa que pueda usárselo como un GMT, ese dial solamente acompaña al trío de agujas permitiendo a lo sumo discernir entre el día y la noche.