Más allá de su claro perfil utilitario y las modas, al reloj de pulsera se lo reconocía por su comodidad. En lo que va de su mudanza del bolsillo del chaleco a la muñeca de damas y caballeros, la liviandad y por consiguiente la delgadez de un guardatiempos eran características muy apreciadas. Y si hay una manufactura que se lo ha tomado a pecho esa es Piaget. En la saga de los festejos por las seis décadas de su legendario Calibre 9P, su gente vuelve a empujar los límites tecnológicos y estéticos de la ultra-delgadez con su increíble Altiplano Ultimate Concept.
Decíamos que fue en 1957 cuando Piaget dejó en claro su vocación por seguir a la caza del calibre más fino posible cuando desarrolló su 9P, un mecanismo de cuerda de apenas 2 mm. Ese concepto está muy presente en el nuevo Altiplano (aunque la marca llevaba ya varias décadas desarrollando este tipo de máquinas, la serie fue rebautizada así recién en 1998) que replica esta icónica medida pero ya no sólo en su calibre: el grosor total de la pieza es de 2 mm. Por supuesto que, para conseguir tal hazaña fue necesario afinar al máximo la inventiva, algo que también fructificó en el patentamiento de 5 innovaciones nunca antes vistas.
Para economizar espacio el Ultimate decidió prescindir de las divisiones entre caja y calibre, integrándolo todo en un bloque inédito. Por tanto se eliminaron puentes y se consiguió que el barrilete, además privado de cubierta y tambor, estuviese integrado mediante un ingenioso sistema de rodamiento de bolas. Siendo que la línea Altiplano suele hacer gala de un minimalismo totalmente ascético en sus carátulas, en tren de presentar novedades y con todas estas salidas out of the box muchos de estos nuevos conceptos dieron para que el modelo exhibiese una estética distinta. Por empezar el barrilete ocupa un campo destacadísimo a las 6. El órgano regulador a las 9 refiere una impronta que sorprende ya desde el hecho de estar montada al revés, con el volante por encima del espiral. Para respetar inalterado el exterior aquí también cambia el concepto de corona dentada típica por un mecanismo integrado que funciona como un tornillo infinito para ajustar las funciones del reloj. Todo montado en una estructura de aleación de cobalto ultra dura para asegurar que el conjunto no se deforme merced a su extrema finura.