El concepto de comunidad y de la protección de su acerbo resultan inextricables de la idea fundacional de Bodega Pastoral. Viejos conocidos de los seguidores de estas páginas a la dupla de Santiago Bernasconi y Federico Isgró se le sumó el tandem de los hermanos Andrés y Octavio Zenarruza celebrando la rica historia vitivinícola mendocina haciendo vinos de una calidad superior con viñas longevas.
Tal fue la calidad con las que se encontraron que arrancaron por el final, con su ícono La Grey, para seguir con Pastoral y ahora presentar una suerte de nivel de entrada terriblemente competitivo con sus dos nuevas etiquetas Comunal.
Como la idea del rebaño y lo colectivo que campea desde su nombre hasta su heráldica ovina estos nuevos vinos siguen celebrando el patrimonio de Luján de Cuyo a través de Las Compuertas, Altamira en el Valle de Uco y de la mítica Finca Zingaretti en Tupungato.
Plenos de ese mismo espíritu la presentación de los Comunal no podía desarrollarse de otro modo que no fuera la descontractura, la generosidad de descorches y algo rico para comer entre todos. Así que resultó ideal la elección del lugar de la gente de Overo Bar con unos choripanes dignos de la caverna platónica frutos de la mano de Pol Lykan y su equipo.
«Nos encontramos desde el inicio con acceso a unas uvas increíbles– arranca Federico Isgró, responsable enológico del proyecto- en Las Compuertas con viñedos de 1955 que ahora combinamos a partes iguales con uvas de la Finca Campo de Marte, de 1992, en Altamira. Para este Malbec buscábamos complementar un portfolio que había arrancado por todo lo alto y acercar la propuesta de nuestra bodega y el patrimonio de su producción a una gama de consumidor que busque algo menos sofisticado pero igual de elegante y gastronómico.»
Ciertamente es lo que vemos en este Comunal Tinto 2024. Vibrante de color tiene una apuesta neta a la fruta con una crianza de 12 meses en piletas de hormigón. Se siente el aporte de Altamira en un ligero filo junto a la muy buena acidez. Es un Malbec-Malbec 100 x 100 que se bebe fácil y es muy de pedir comida.
«En el caso del blanco– continúa Isgró– también pudimos disponer de una uva de calidad e historia superlativas: un Semillón de Finca Zingaretti. Hablamos de una de las cepas más emblemáticas de nuestro país provenientes de un viñedo plantado en 1957. Aquí recurrimos al prensado directo y fermentamos en tanques de acero inoxidable aunque hubo algo de remontado de lías para sumar complejidad y redondez.«
Está más que logrado. Tenemos un color claro y super atractivo con un buen volumen de boca pero cero untuosidad. Hay flor y fruta pero también una acidez refrescante. Como con su contraparte tinta estos Comunal hacen que resuene desde el fondo de nuestros paladares la palabra «elegancia«.
