Para completar la educación sentimental de los amantes del vino la gente de Santa Julia continúa con su prédica de dar a conocer otros cepajes. Su línea Innovación, que arrancó allá por finales del siglo pasado (siempre quise poder decir esto) fue evolucionando hasta crear sinergia con los Textuales de Zuccardi (título de escriba que cuenta la leyenda fue sugerido por nuestra recordada Elizabeth Checa) y que terminó hace unos años convertido en Textual Innovación Extrema. Desde esta última encarnación (ahora bajo la égida de Rubén Ruffo) se había afiatado su, en un principio, multitudinaria propuesta hasta limitarla a tres varietales que, en su última presentación de añadas sumó un cuarto integrante.
Para hablar sobre este proyecto y probar a sus actuales exponentes, la gente de Santa Julia convocó a un grupo de especialistas en un distendido almuerzo en Los Galgos con la guía de su responsable enológico.
«Desde el vamos la idea de esta línea fue dar a conocer variedades no tan populares entre nosotros – arranca Ruffo– y por ello comenzamos a plantar cepas no tradicionales en nuestra finca de Santa Rosa. Evolución mediante nos fuimos extendiendo hasta el Valle de Uco, más precisamente en La Ribera, en la región de Vista Flores, Tunuyán en la zona central del valle. En este proyecto buscamos presentarle a los consumidores variedades no tradicionales, con cuatro alternativas en este momento.
Una de ellas es el Carmenere, algo más popular quizás que sus compañeras de rubro, especialmente porque fue la cepa elegida al otro lado de los Andes como varietal insignia. De origen francés tenemos que entender que nuestra versión es diferente de la que se cultiva en Chile. Aquí da vinos con fuerte personalidad, plenos de toques herbales y notas pirazínicas más bien maduras.
La otra variedad que presentamos es la Caladoc. Aquí tenemos una cepa que no sólo es nueva entre nosotros sino que también lo es a nivel mundial puesto que fue una creación del INRA de Montpellier cruzando genéticamente Malbec con Garnacha buscando que el Malbec se tornase más productivo. Tengamos en cuenta que esto se hizo pensando en la forma en que el Malbec funciona en Francia, mientras que aquí nosotros nunca tuvimos ese problema. Es una uva con apenas unas 300 hectáreas plantadas en todo el mundo y la hemos incorporado porque brinda una serie de notas balsámicas infrecuentes en el Malbec nacional.
Completando el trío de tintas tenemos al Teroldego. Ésta es una variedad italiana de la zona del Trentino y ciertamente nos ha sorprendido. Tiene mucha personalidad, energía y concentración. Hay color y taninos pero todo dentro de un gran equilibrio. Nos parece una incorporación muy interesante para presentarla sola, como en este caso, o sumándola a cortes.
Finalmente llegamos al Albariño. Ésta es la única variedad blanca dentro de Textual. Es una cepa muy cultivada en España, en la zona de las Rías Baixas gallegas. Tiene un perfil característico de fruta blanca fresca y toques florales junto a una acidez presente pero que no atosiga. Pese a no ser tan aromática posee una buena complejidad. Quizás con notas algo más tropicales que las que muestra en Europa pero sin perder un ápice de perfil varietal ni resignar elegancia.
Así se ve hoy el proyecto de Textual. La idea es seguir probando cepajes en nuestros viñedos, algunos se irán incorporando con los años y otros irán saliendo. Lo que seguimos buscando es poder ofrecer a nuestros consumidores variedades no tradicionales para descubrir.»
