Doble novedad la que se dió en la Embajada de Uruguay con la presentación de una de las muy buenas bodegas que tienen nuestros vecinos de la Cuenca del Plata junto a la incorporación de etiquetas kosher de clase mundial. La fuerte y amplia oferta local más unos precios que no suelen ser demasiados competitivos han hecho de las bodegas charrúas una curiosidad que muchos connacionales sólo develan cuando cruzan el charco para disfrutar sus vacaciones. Ahora la gente de Viña Edén llega con toda la disposición de desfacer este entuerto.
Precisamente una de las principales características de los vinos de ese origen son la aspereza espartana de unos suelos que se abren literalmente con dinamita en conjunción con la inmediatez del océano. Luengos cultores de la prédica en los desiertos (y en la altura) al aficionado al vino de este lado del Plata no dejan de llamarle la atención estas características tan presentes en los perfiles de varios productores europeos como por ejemplo la reconocida zona de Toscana.
Justamente así llaman a Pueblo Edén, una Toscana Uruguaya a escasos 40 km de Punta del Este. Y hacia allí dirigieron sus sueños la pareja de Rosane Arkader y Mauricio Zlatkin comprando una propiedad de 110 hectáreas en 2005 y que comenzaría a producir con cerca de un 10 por ciento de su superficie desde 2009 sembradas con barbechos de origen francés de cepas como el Pinot Noir, la Marselán, el Chardonnay, el Merlot y, por supuesto, el ubicuo Tannat.
Pese a sus pocos años dentro del mercado, los vinos de Viña Edén han recibido numerosos reconocimientos. También la bodega en sí misma al hacer un culto de la sustentabilidad con una planta que utiliza la gravedad y que produce su propia energía con paneles solares y molinos eólicos.
En cuanto a la suma de sus vinos kosher especifican que, dentro de las varias formas que tienen de ser elaborados, la de los suyos cumple con los estándares más exigentes y es la primera de su país en contar con una certificación de reconocimiento mundial.
Con respecto a los vinos en particular destacan estos recienvenidos en versión blanco tranquilo (sin la típica nota «verde» de los vinos creados dentro de esta tradición) y un muy buen espumante. También dentro de los de alta gama de la línea original hacen gala de un gran manejo del Tannat especialmente en su variante exclusiva para la exportación.