Sin alcanzar las cotas del Ande cierto es que las cumbres mediterráneas no sólo tienen lo suyo sino que además son más longevas. Esta característica hace su aporte en un perfil de suelos muy rico y con buena altura, una conjunción ideal para producir especialmente blancos de calidad. De hecho el reconocido crítico Tim Atkin, en su último reporte, había calificado al Vórtice Sauvignon Blanc Reserva 2021 como el mejor exponente de la cepa en nuestro país.
Ahora, aprovechando su paso por Buenos Aires dentro del Encuentro Anual de la distribuidora Selectos, su creador Gaby Campana, dio una charla sobre el desarrollo de la cepa en el Valle de Calamuchita y un paneo de su evolución justamente con una vertical del blanco premiado.
«En el corazón del Valle se encuentra la Estancia las Cañitas, un espacio muy particular envuelto en pinares y nieblas y con una energía especial– arranca el enólogo – e incluso dentro de las seis hectáreas que están en plena producción tenemos los cuarteles que dan origen a esta versión tan destacada de Sauvignon Blanc. Hay que recordar que este es un espacio donde la familia Navarro Torres arrancó de cero hace apenas 20 años. En este caso se buscó especialmente un tipo de clon de origen francés que pensábamos que iba a funcionar muy bien con un perfil de suelo mineralmente rico. El fruto de nuestros esfuerzos finalmente nos ganó el reconocimiento de los especialistas y con la presentación que traemos aquí trataremos de demostrar que estamos ante una expresión de terroir antes que de un ejemplar que se agota en sí mismo.»
Claramente este Vórtice 2021 tiene a un par de sus sucesores para dar fe de ello toda vez que también pudimos contar con un ejemplo del arranque de portfolio más un especialísimo Naranjo. Hay que tener en cuenta que todos los vinos tienen el mismo origen y que sólo se diferencian en cómo fueron elaborados.
Para empezar se sirvió el Familia Navarro Torre Sauvignon Blanc 2023. Es una expresión bastante neta del perfil serrano de la cepa. Se trata de un vino sin paso por madera trabajado con levaduras nativas y que sólo acusa una estiva de ocho meses en botella antes de salir a la cancha. Aquí se empiezan a ver rasgos minerales y de hierbas con mucha frescura.
A continuación pasamos a un particularísimo Naranjo. El Vórtice Naranjo de Sierras 2023 fue ligeramente despalillado y tuvo un contacto pelicular de 75 días removido con pisoneos manuales. Es un vino natural (sin sulfitos agregados) que no fue filtrado. Seguimos pivotando sobre el perfil mineral y herbal donde empieza, muy sutilmente, la nota de ruda típica del perfil francés y una fruta apenas más astringente por la oxidación.
Para el cierre tuvimos tres ejemplares del galardonado Vórtice Sauvignon Blanc Reserva en sus versiones 23, 22 y la célebre 21. Fue una experiencia muy educativa poder contar con esta escalera real de la escudería. Claramente se pudo ver la evolución y el buen potencial de guarda de estos vinos. Es sabido que en nuestro país no se hace un gran culto de la idea de apostar por la evolución de los blancos. Y menos aun con los de terruños más nuevos. Sin embargo este es un ejemplo cabal de como suma el tiempo en este ejemplar que tuvo su paso por madera y demuestra un potencial evolutivo capaz de justificar la paciencia del consumidor que se atreva.