El primero con el nombre

Si algo nos ha enseñado la exitosisima Juego de Tronos fue a seguir prosapias que se extendían por generaciones casi vaticanas hasta que alguien se atrevía a formar su propio linaje. Sin duda que esto se nos viene a la mente ante la llegada de un Prospex Diver que se atreve a ser el primero dentro de una casa donde no faltan, precisamente, los antepasados ilustres.

Desde el celebrado Tuna a los Turtles o los Samurai no son precisamente arquetipos sobre los que pivotar lo que faltan. Ademas de que Seiko es una manufactura famosa por su vocación por volver una y otra vez sobre sus obras más reconocidas. Dicho todo esto vemos como ahora se atreven a una innovación con un modelo que osa decir su propio nombre.

El Seiko Prospex Diver Coastline (SPB483 para su configuración en azul) arranca ya con un apelativo autoasignado, toda vez que la mayoría de los apodos de sus líneas suelen ser creados por la afición a posteriori. Pero sin dudas que este no es el rasgo más significativo de esta nueva serie sino la incorporación por primera vez en las cajas Seiko de un bisel poligonal. Octogonal, para más datos.

Puede que a los especialistas este tipo de impronta, especialmente en su versión azul, les pueda sonar de algo. Y si, tiene una fuerte vibra en primera instancia del Tag Heur Aquaracer. Pero sin embargo, tan pronto como nos llega esa imagen, también nos damos cuenta de en cuantas cosas difieren. El fondo tipo deck de aquel está conformado aquí por unas lineas suavizadas y ondulantes que mentan las olas y el horizonte costero que le da su nombre mientras que el octógono del bisel es mucho más delicado. Estas diferencias comienzan a hacer brillar este nuevo Prospex con luz propia. También le suma la elección de una caja de 41.3 mm y con una altura relativamente modesta para un Diver de estas prestaciones de 12.8 mm.

Hablando de prestaciones estamos ante una pieza certificada hasta 300 metros, con numerales gorditos y generosos de lumen junto a unas agujas tipo espada que le brindan una legibilidad bien de relojherramienta. Tiene por supuesto una corona roscada protegida a la 3 y tapa atornillada con el símbolo de la Gran Ola de Kanagawa que adorna a todos los relojes de buceo de Seiko que cruzan la barrera de las 20 atmósferas.

Aunque ya esta bien de comparaciones la impronta general de este primer ejemplar con su nombre me hace acordar algo que escribí sobre el último cambio de guardia de los relojes Bond «Es una pieza que tanto se puede usar con un smoking como con una zunga«. Creo, humildemente, que no es poco piropo.

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